Trabajadores de Forjas reciben las cartas de despido pero insisten en pedir al Gobierno que se implique en una solución
«Directamente nos han considerado un muerto y están esperando a que dejemos de hacer ruido», recriminan al Ejecutivo
Los trabajadores de Forjas Cantabria han recibido este viernes sus cartas de despido, el mismo día en que se han concentrado frente a la sede del Gobierno regional, al que han insistido en reclamar que se implique en la búsqueda de una solución.
Y es que la plantilla y sus representantes sindicales consideran que la solución aún es «posible» y la situación –incluso ya con las cartas de despidos– es «reversible» y, por ello, se han mostrado dispuestos a «seguir luchando» hasta el final.
Insisten en que la actividad que desarrolla Forjas de Cantabria es «viable» y tiene «posibilidades de futuro», tal y como se subraya desde CC.OO, que acusa al Gobierno de haber dejado «huérfanos» a los trabajadores en su lucha y no haber cumplido su palabra de implicarse en una solución.
El delegado de CC.OO en Forjas de Cantabria, Jesús de Celis, ha insistido, en declaraciones a los medios en la concentración, que el Gobierno regional tiene que formar parte de una posible solución.
«Han tenido ocasión y posibilidades de reconducir la situación pero, pese a su compromiso, ha habido poco movimiento», ha censurado el sindicalista, que cree que en el Ejecutivo «directamente les han considerado un muerto y están esperando a que dejemos de hacer ruido».
El delegado de CC.OO se ha referido a la deuda contraída por la empresa pública catalana y que ahora arrastra Forjas de Cantabria. Para De Celis, el Gobierno de Cantabria debería pedir a la Generalitat que asuma y reconozca esta deuda para que no suponga un lastre para otros empresarios. «Es un trabajo político al que además se comprometieron y ese compromiso no se ha cumplido», ha sentenciado.
Aunque desde CC.OO entienden que la empresa «igual» no tiene recorrido como Forjas de Cantabria, las 24 personas que componen la plantilla no pierden la esperanza de que haya una alternativa a la destrucción de empleo y esperan, al menos, su recolocación en otras empresas.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Industria de CC.OO en Cantabria, César Conde, ha señalado que se trata de una empresa que podría llegar al centenar de trabajadores tranquilamente.
Y ha advertido en que Campoo es una comarca «ya dañada industrialmente» y cree que «por ahí empieza lo que ahora llaman la España vaciada»: «La gente no encuentra futuro en sus comarcas y tiene que marchar», ha señalado.