Toshiba cerró su año fiscal 2022 con un beneficio de 861,9 millones de euros, un 35% menos
El conglomerado industrial japonés Toshiba obtuvo un beneficio neto atribuido de 126.573 millones de yenes (861,9 millones de euros) en su año fiscal 2022, que concluyó el pasado 31 de marzo 2023, frente a las ganancias de 194.651 millones de yenes (1.325 millones de euros) registradas en el ejercicio anterior, un 35% menos, según ha informado este viernes la empresa.
Las ventas de Toshiba en el ejercicio alcanzaron los 3,36 billones de yenes (22.880 millones de euros), un 0,6% más que un año antes. Si se desagregan por sectores, los ingresos del negocio de energía de Toshiba aumentaron un 19,8% en el año, hasta los 669.547 millones de yenes (4.559 millones de euros), y los del área de infraestructuras hicieron lo propio en un 5,9%, hasta los 693.234 millones de yenes (4.721 millones de euros), mientras que las ventas del negocio de edificación sumaron 448.068 millones de yenes (3.051 millones de euros), un 25,2% menos.
Asimismo, los ingresos del negocio minorista y de reprografía de Toshiba avanzaron un 13,2% en el ejercicio, hasta los 513.141 millones de yenes (3.494 millones de euros), aunque los del área de electrónica y almacenamiento retrocedieron un 7,3%, hasta los 797.088 millones de yenes (5.428 millones de euros). La división de soluciones digitales se quedó en los 235.630 millones de yenes (1.605 millones de euros) tras crecer un 2,2%. El concepto de otros ingresos aportó 146.664 millones de yenes (998,7 millones de euros).
En cuanto al origen geográfico, las ventas efectuadas en Japón supusieron el 55% del total, en el resto de Asia se facturó el 23%, en América del Norte el 13%, al tiempo que Europa registró un 6%. El 3% restante vino de otros mercados.
Los gastos en los que incurrió Toshiba contabilizaron un total de 3,34 billones de euros (22.743 millones de euros), un 4% por encima de la marca del año previo. Los dos principales capítulos, los costes de producción y los de venta, generales y administrativos ascendieron a 2,47 billones de yenes (16.819 millones de euros) y 758.832 millones de yenes (5.167 millones de euros), respectivamente.
La compañía ha informado de que no se abonará un dividendo final por el ejercicio de 2022, si bien ya hubo en junio un reparto especial de 160 yenes (1,09 euros) y otro interino en septiembre de 60 yenes (0,41 euros). En cuanto al año fiscal 2023, aún no se ha determinado la cuantía del dividendo, en caso de haberlo.
PREVISIONES
De cara al próximo ejercicio, Toshiba anticipa una caída de las ventas del 4,8% respecto a los que se ha anotado en 2022, por tanto, se situará en los 3,2 billones de yenes (21.790 millones de euros).
La compañía lo achaca a los riesgos monetarios en Estados Unidos y Europa y a la situación del mercado inmobiliario en China, aunque la multinacional ha señalado que son «riesgos a la baja». De su lado, el mercado doméstico nipón «se espera que repunte en la nueva normalidad». Sin embargo, aún persisten factores como la inflación, disrupciones en la cadena de suministro y «fluctuaciones en los mercados financieros y de capitales».