Torres dice que la Fundación Francisco Franco está en sus «últimos días» y advierte que la van a «extinguir»
Dice que el Gobierno indemnizará a familias de las víctimas del bando republicano
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha asegurado este viernes que la Fundación Francisco Franco se encuentra en sus «últimos días», aunque ha matizado las intenciones del Ejecutivo explicando que no pretenden ilegalizarla sino «extinguirla».
«Nosotros no ilegalizamos la fundación, lo que hacemos es extinguirla, si una fundación, un espacio, un lugar, rememora, homenajea, vanagloria a alguien que fue represor, no tiene ningún sentido dentro de la democracia», ha explicado en una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Europa Press, donde además, ha asegurado que estamos ante los «últimos días» de la Fundación Francisco Franco.
El pasado mes de febrero, el propio Torres avanzaba que el Gobierno haría «lo que tenga que hacer» para ilegalizar esta fundación, aunque evitaba concretar fechas de cuándo se va a producir. Al ser preguntado por los cambios que está llevando a cabo la fundación para intentar adaptarse a la ley de Memoria Democrática, Torres cree que «no» van a poder esquivar la norma.
MEMORIA DEMOCRÁTICA AL PRÓXIMO CONSEJO DE MINISTROS
Durante esta entrevista, Torres ha puesto fecha a los próximos pasos que dará el Gobierno en materia de Memoria Democrática, en concreto, será el próximo martes 23 cuando su ministerio lleve al Consejo de Ministros la composición de tres comisiones y otras medidas relacionadas con el Valle de Cuelgamuros.
Ha remarcado que desde el Ejecutivo «tienen que cumplir unos plazos» y su intención es mantener el espíritu de la «verdadera concordia». «No de la concordia esta que algunas comunidades como Aragón, que habla de una ley de concordia y resulta que retiran el mapa de fosas, ha afeado.
REPARACION ECONÓMICA A LAS FAMILIAS
Según ha explicado, entre las comisiones que llevarán al próximo Consejo están incluidas por ejemplo la de restauración del pueblo gitano y una de restauración económica para los familiares de las víctimas del bando republicano, porque «el otro bando fue recompensado».
«Los que llegaban al Valle de Cuelgamuros, si eran del Bando Nacional, iban en una caja con su nombre y venían de un cementerio y se lo decían a la familia. Si eran del Bando Republicano, venían a la misma caja 10 o 12 personas mezcladas, eran sacados de una fosa común y nunca se lo decían a los familiares», ha lamentado.