Todas las vacunas que se están utilizando en España son capaces de activar la producción de anticuerpos
Todas las vacunas que se están utilizando en España son capaces de activar la producción de anticuerpos y, a su vez, muestran diferencias significativas en cuanto al título y tipo de anticuerpos generados por cada vacuna contra el Covid-19, según un estudio realizado por Vitro.
El estudio, llevado a cabo por Recovid Solutions, empresa perteneciente al grupo corporativo Vitro, ha analizado los sueros de 198 individuos vacunados con diferentes vacunas contra el COVID-19 utilizando la técnica denominada SARS-CoV-2 S Jurkat Flow-Cytometry Immunoassay (JFCI), basada en tecnología desarrollada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CBMSO-CSIC), y que es capaz de determinar tres tipos diferentes de anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2 (inmunoglobulinas IgG1, IgM e IgA), utilizando solamente unas gotas de sangre.
Los resultados demuestran que todas las vacunas son eficientes en la producción de anticuerpos IgG1 e IgA, si bien se observaron diferencias significativas en los niveles de estos, dependiendo de la vacuna utilizada. Estas diferencias podrían estar compensadas por otros mecanismos de inmunidad que no se están analizando. Sólo se detectaron niveles de IgM en casos aislados de sueros de individuos vacunados.
La mayoría de los individuos que presentaron IgG1 presentaron también IgA (173 individuos, el 87%). La presencia de IgA (inmunoglobulina asociada a la neutralización viral en mucosas) tras la vacunación podría indicar la protección frente a la transmisión del virus, factor esencial en el control de la pandemia.
Además de IgA, la presencia de IgG1 indicaría que la respuesta humoral tras las vacunas está siendo eficiente, ya que IgG1 es una inmunoglobulina neutralizante asociada a inmunidad de larga duración. Un dato importante a resaltar es que los individuos que han pasado la enfermedad y tras sólo una dosis de la vacuna (14 días tras la primera dosis), tienen niveles de IgG1 significativamente más altos que los individuos vacunados con las dos dosis y que estos valores no aumentan tras una segunda dosis.
Estas diferencias significativas se observan en todos los individuos, independientemente de la edad (rango de edad de los individuos de 22-100 años). Estos datos preliminares apoyan la pauta seguida por el Gobierno de España de vacunar con sólo una dosis a los individuos que hayan pasado la enfermedad.