Túnez expulsa a la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos por participar en una protesta
El presidente de Túnez, Kais Saied, ha anunciado este sábado la orden de expulsar a la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Esther Lynch, por participar hace unas horas en una protesta contra las autoridades en la que denunció una política de represión del Gobierno hacia los sindicatos del país.
El comunicado, publicado en la página web de la Presidencia en Facebook, concede a Lynch un plazo de 24 horas para abandonar el país como persona non grata.
El Gobierno entiende que, durante la protesta a la que acudió en la ciudad portuaria de Sfax, en el noreste del país, la sindicalista realizó declaraciones interpretadas como una «flagrante e inaceptable interferencia en los asuntos internos del país».
Lynch se encontraba en Túnez a invitación del sindicato más poderoso del país, la Unión General de Trabajadores de Túnez, para participar en una marcha contra el presidente Saied, a quien acusan de haber sumido al país en un caos político y económico tras arrogarse las competencias del Parlamento el año pasado, en lo que sus críticos han descrito como un autogolpe de Estado.
En su participación, Lynch describió a la UGTT como «el último bastión de la democracia tunecina» y denunció la «asfixia a la que está siendo sometida la gente a manos de las autoridades» antes de dirigirse al mandatario: «El mundo te está observando. Deja de apuntar a los sindicatos», recoge la cadena Mosaique FM.
«También advertimos al Gobierno contra cualquier plan para eliminar los subsidios en artículos básicos como alimentos y energía. Dado que la vida cotidiana es cada vez más difícil, los tunecinos necesitan, ahora más que nunca, sindicatos fuertes e independientes», ha añadido en su discurso, también recogido en la página web de la organización sindical europea.
El portavoz de la UGTT, Sami Taheri, condenó inmediatamente la decisión de las autoridades tunecinas de deportar a Lynch — quien, por otro lado, tenía previsto marcharse mañana del país –, que tachó de «vergüenza y deshonra» para Túnez, que solo acabará siendo «contraproducente hacia los intereses de todos».