Tijanovskaya pide a la UE una respuesta «rápida y unida» que avale su credibilidad frente a Lukashenko
Pide al bloque un plan «exhaustivo» de apoyo económico para el país
Gallach llama a garantizar una «campaña de presión» que ponga a Bielorrusia en la senda de la democracia
La líder opositora bielorrusa Svetlana Tijanovskaya ha instado este miércoles a la Unión Europea a dar una respuesta «rápida y unida» frente al «régimen de Alexander Lukashenko» que avale así su credibilidad como bloque comunitario en Europa.
En un evento virtual del Real Instituto Elcano, la política y líder de la sociedad civil bielorrusa ha pedido la ayuda de la comunidad internacional para convertir su país e un «Estado de Derecho, donde se respete la ley y las libertad y haya juicios justos».
«La transición en Bielorrusia no solo concierne a nuestra nación ni a nuestros vecinos, (…) la crisis es un desafío para todos en Europa pero también una oportunidad para todos los países, incluido España, para demostrar su compromiso con los principios de la democracia», ha aseverado.
Así, ha manifestado que la UE debe «mandar al régimen» el mensaje de que «ha cruzado la línea roja y no hay forma de volver al statu quo de antes», al tiempo que ha matizado que todos aquellos responsables de violaciones de Derechos Humanos «deben ser incluidos en la lista de sanciones de la UE». «Todos los negocios vinculados a Lukashenko deben tener prohibido tener sus bienes en bancos europeos», ha afirmado.
Es por ello que ha solicitado a los diplomáticos europeos en Bielorrusia «mostrar su solidaridad a la gente que se encuentra en el territorio», si bien ha dado las gracias a países como Polonia, Letonia y Lituania por «estar con el pueblo» de Bielorrusia. «Llamo a toda la UE a preparar un plan exhaustivo de apoyo económico para la transición democrática en Bielorrusia», ha insistido.
La también activista, que abandonó el país tras permanecer varias horas detenidas en el marco de protestas registradas tras las elecciones celebradas en agosto de 2020, ha recordado su primera visita a España el pasado mes de diciembre y ha alertado de que la situación en Bielorrusia «apenas ha cambiado». «La única respuesta del régimen es la violencia», ha dicho.
No obstante, ha matizado que esto no implica el fin de las protestas, las cuales ha descrito como «horizontales y descentralizadas». «Los actos de solidaridad se pueden dar en cualquier momento y lugar», ha recalcado.
Sobre las protestas, ha pedido «no olvidar el heroísmo del pueblo bielorruso» y ha lamentado que Lukashenko «espera que el mundo se olvide de lo que sucede en unos meses y que los negocios sigan adelante». «Nosotros no nos olvidaremos todo los crímenes perpetrados», ha expresado.
En este sentido, ha hecho hincapié en la situación de opositores encarcelados por apoyar campañas electorales o protestas contra unas elecciones «fraudulentas», tal y como ha señalado. Para Tijanovskaya, el «camino hacia la democracia siempre es complicado y espinoso», por lo que ha pedido el apoyo y el respaldo a nivel internacional a la «gente de Bielorrusia». «Ellos estarán para ustedes mañana», ha zanjado.
LA SENDA DE LA DEMOCRACIA
La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach, ha resaltado el papel ejercido por Tijanovskaya y su importancia a nivel internacional y ha sostenido que el bloque «hará todo lo posible para garantizar que el país va hacia donde la sociedad civil y la población bielorrusa quiere».
«Esta es nuestra responsabilidad, ver cómo nos organizamos para lograrlo. Debemos garantizar que la situación actual no se convierte en la situación normal, esto es muy importante. Es invierno, es difícil, pero vemos las movilizaciones y no debemos normalizarlo», ha aclarado.
En segundo lugar, ha puntualizado la importancia de seguir haciendo presión sobre el Gobierno de Lukashenko. «Hay que garantizar que la presión se mantiene y que conduce a lo que todos queremos: el fin de la represión, la liberación de los presos y la celebración de elecciones», ha declarado.
Para ello, ha dicho, «tenemos que lograr que Bielorrusia vaya en esa dirección, la que Svetlana y otros líderes nos muestran». «No estamos solo preparados para ello sino que ya hemos empezado a mirar cómo trabajar para trazar una estrategia para lograr una transición», ha manifestado antes de remachar que «la presión es necesaria para poner al país en el camino hacia la democracia que su pueblo quiere».
Por su parte, el viceministro de Exteriores de Lituania, Mantas Adomenas, ha lamentado la «normalización» del statu quo en el país, aunque ha indicado que «aún es pronto para hacer predicciones» dada la volatilidad de la situación que atraviesa el país.
Asimismo, ha destacado que las protestas continúan a pesar de la violencia y los arrestos, pero ha advertido de que el «régimen puede ver esto como algo que puede alargarse en el tiempo». Adomenas, que ha trazado comparaciones con Corea del Norte, ha coincidido en que Bruselas debe «actuar más y mejor, de forma unida, para adoptar sanciones que realmente duelan, (…) contra el flujo económico que entra en el país».
«Lo que sucede es intolerable, la normalización del nivel de violencia es un gran desafío para la UE y es una prueba de su credibilidad. Nuestra credibilidad como unión que busca el consenso y la paz se pone en duda», ha detallado antes de incidir en que hay que buscar «la sanción y la transición».
El viceministro de Exteriores polaco, Marcin Przydacz, ha llamado además a «crear una red de apoyo a través de Europa» y ha hecho hincapié en que Bielorrusia está ya «en un proceso que no puede ser detenido o revocado a pesar de lo brutales que puedan ser las autoridades».
«Mientras se levantan por su dignidad, la comunidad internacional tiene la obligación de dar apoyo», ha añadido antes de admitir que las sanciones impuestas por el momento «tal vez no sean suficientes».
Sin embargo, ha anunciado que países como Polonia «impondrán sus propias sanciones» con la vista puesta en ejercer una mayor presión sobre el Gobierno bielorruso para «solventar la crisis». Przydacz ha abogado a su vez por instar al diálogo entre el » establishment político en el país y la sociedad civil: esto podría abrir una muerta a la solución pacífica del conflicto».
ESTRATEGIA PARA SACAR A LUKASHENKO DEL PODER
El martes, la oposición presentó un programa estratégico que describe cómo planea sacar al presidente del poder. Tijanovskaya anunció la puesta en marcha de la iniciativa, llamada Estrategia para la victoria de los bielorrusos , que prevé nuevas protestas a nivel nacional a partir de marzo, entre otras medidas.
La opositora trasladó entonces que, para lograr que se lleven a cabo unas nuevas elecciones, representantes del Gobierno bielorruso y de la oposición deben sentarse a negociar a largo plazo «secretamente». Sin embargo, para que eso ocurra, el Ejecutivo de Lukashenko tiene que estar más debilitado, gracias a acciones como la presión internacional, según la estrategia, que puede leerse online .
La Comisión Electoral concedió la victoria a Lukashenko al atribuirle más del 80 por ciento de los votos en agosto, mientras que Tijanovskaya –a la que muchos consideran la ganadora– ni siquiera llegaba al 10 por ciento en los resultados oficiales. La oposición, que denunció fraude, inició entonces las mayores movilizaciones recientes del país.
Lukashenko ha permanecido ajeno a las críticas y, después de tomar posesión de su actual mandato en una ceremonia secreta, ha descartado cualquier concesión a la oposición, a la que ha acusado de servir de títeres a las maniobras de intereses extranjeros.
El presidente ha convocado para el 11 y el 12 de febrero una nueva edición de la Asamblea del Pueblo de Bielorrusia, un formato en el que funcionarios, líderes industriales y representantes de la sociedad civil evalúan la situación del país y fijan la hoja de ruta para los próximos cinco años.