Teresa Ribera defiende analizar qué ayudas por la guerra se pueden mantener y cuáles «levantar»
IRUN (GUIPÚZCOA), 25
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha abogado por analizar qué ayudas por la guerra se pueden mantener y cuáles «levantar», para dar «una respuesta equilibrada» a la petición de Bruselas a España de que empiece a retirar los apoyos por la guerra y destinar los ahorros a reducir el déficit.
En declaraciones a los medios de comunicación en Irun (Guipúzcoa) donde ha participado en un acto electoral, Ribera, preguntada por los periodistas sobre esta petición de la Comisión Europea, ha defendido «identificar dónde se debe seguir manteniendo esas ayudas y pensar también, lo antes posible, en levantarlas». «Debe haber una respuesta equilibrada, obviamente puede haber ámbitos, sectores, donde sea importante mantenerlas», ha señalado.
Ribera ha destacado que, «afortunadamente, la situación de gran preocupación en torno al precio de las materias energéticas ha ido cediendo» y, por tanto, a su juicio, «es un momento en el que podemos aplicar lo que hemos aprendido en estos meses de escudo social, tan importante, impulsado por el Gobierno y ser mucho más selectivos».
En este sentido, ha apostado por analizar «dónde se requiere mantener esas ayudas y dónde se pueden levantar». «Creo que esto es una respuesta equilibrada a la petición de Bruselas», ha insistido.
Además, ha opinado que, «en paralelo», hay que «mantener mucha atención a lo que puede estar ocurriendo en otros países de la Unión Europea, donde se están anunciando paquetes de apoyo directo a la insutria que podrían generar distorsiones en el mercado interior y una situación preocupante para el resto de sectores industriales de otros Estados miembro donde no haya capacidad fiscal para acompañar del mismo modo».
«Las dos cosas son importantes, dedicar el dinero público a lo que se necesita y ser cuidadosos con el dinero público», ha subrayado.
Por ello, ha considerado «razonable» el «repensar dónde mantener y dónde no» y, al tiempo, «preservar también el espacio europeo del mercado interior, de la construcción de una Europa cohesionada, y no dilapidar años de esfuerzo en la construcción de ambas cosas, Europa cohesionada y mercado interior».