Tener grandes cambios en la presión arterial a largo plazo incrementa el riesgo de demencia, según estudio
Las personas que experimentan cambios sustanciales en la presión arterial a largo plazo están en mayor riesgo de demencia, según ha evidenciado un nuevo estudio del Centro Médico de la Universidad Erasmus MC de Rotterdam (Países Bajos) y de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard (Estados Unidos).
En su trabajo, publicado en la revista publicado en la revista de Plos Medicine , los autores estudiaron a 5.273 personas en Rotterdam, de una edad promedio de 67,6 años, que estaban libres de demencia al inicio del estudio y fueron seguidos durante 14,6 años.
Después del ajuste por edad, sexo y otros factores que podrían afectar los hallazgos, a los 15 años las personas en el quintil más alto, que exhibieron un aumento en la presión arterial sistólica, tuvieron un cociente de riesgo de 3,31 para el riesgo de demencia, en comparación con los del quintil con el menor cambio en la presión arterial.
Aquellos en el quintil más bajo, con la mayor caída en la presión arterial sistólica, tuvieron un cociente de riesgo de 2,20 para el riesgo de demencia, nuevamente en comparación con aquellos con el menor cambio. Las variaciones en la presión arterial sistólica y diastólica llevaron a hallazgos similares.
Suponiendo que sus hallazgos reflejen una relación causal entre la variación de la presión arterial y la demencia, los autores señalan que existe «potencial para prevenir la demencia mediante la focalización en la variabilidad de la presión arterial por encima y más allá del mero control de los límites de la presión arterial convencional».
Asimismo, apuntan que la asociación observada durante un largo periodo de tiempo implica que las intervenciones médicas deben implementarse en una etapa más temprana de la vida para producir los beneficios que han concluido en su trabajo de investigación.