Telefónica Brasil transfiere su negocio de ciberseguridad a Telefónica Cibersecurity Tech por 17,3 millones
Telefónica Brasil ha transferido su negocio de ciberseguridad en el país, CyberCo Brasil, a Telefónica Cibersecurity Tech, una filial de la compañía de telecomunicaciones, por 116,4 millones de reales (17,3 millones de euros), una operación con la que la operadora busca fortalecer su posición en este mercado.
En concreto, el consejo de administración de Telefónica Brasil ha aprobado el 1 de noviembre la ejecución de la venta de su subsidiaria Telefônica Cibersegurança e Tecnologia do Brasil, conocida como CyberCo Brasil, a Telefónica Cybersecurity Tech, filial indirecta del grupo de telecomunicaciones.
En un hecho relevante al mercado brasileño, Telefónica Brasil detalla que la venta se ha realizado por un importe de 116.411.026,03 reales (17.305.454 euros) y que la operación ha estado respaldada por un informe externo independiente realizado por una compañía especializada.
Asimismo, la compañía informa de que, en la misma fecha, y como paso preliminar a la implementación de la venta, varios activos, contratos y empleados han sido transferidos a CyberCo Brasil, todos los cuales están «estrictamente relacionados con actividades de seguridad».
Telefónica Brasil remarca además que esta operación le permitirá, como distribuidor exclusivo de CyberCo Brasil, fortalecer su presencia en el mercado de la ciberseguridad mediante el aumento de su cartera de productos y servicios. Además, añade que se beneficiará de una mayor competitividad debido a la escala global de un socio dedicado a actividades de ciberseguridad.
Por otro lado, remarca que la operación también garantiza la continuidad en la provisión de servicios de ciberseguridad por parte de su división de empresas a sus clientes, ya que incluye la ejecución de ciertos contratos que regulan la provisión de servicios de ciberseguridad entre CyberCo Brasil y la operadora.
La compañía indica que el acuerdo de venta no está sujeto a la obtención de autorizaciones o aprobación más allá de las ya obtenidas por la compañía y no altera su estructura accionarial o causa dilución alguna a sus accionistas, «generando valor para ellos al acelerar su crecimiento e incrementar su eficiencia operativa».