Sumar pide en el Congreso analizar el impacto de la reducción de vuelos cortos en su apuesta por prohibirlos
El Grupo Parlamentario de Sumar ha registrado una proposición no de ley en el Congreso en la que reclama al Gobierno analizar el impacto medioambiental de la reducción de vuelos de corto recorrido y las medidas europeas para restringir vuelos privados, en lo que serían los primeros pasos en la Cámara baja de la apuesta del partido por prohibir estos reorridos.
La iniciativa, a la que ha tenido acceso Europa Press, ha sido registrada por la portavoz adjunta de Sumar, Aina Vidal, y la diputada Júlia Boada, para su debate en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Bajo el título de Proposición no de ley sobre la prohibición de vuelos de recorrido corto, Sumar insta al Ejecutivo a elaborar un informe que analice la reducción de emisiones que supondría impulsar la reducción de los vuelos de corto recorrido con alternativa ferroviaria de tres horas, identificando todos los demás impactos que tendría esta medida.
Asimismo, apela al Ejecutivo a realizar otro estudio sobre las iniciativas europeas relativas a las medidas a aplicar para restringir lo vuelos de jets privados.
Además, pide continuar los trabajos para impulsar la aprobación de la directiva que en el ámbito de la Unión Europea trata la fiscalidad de los productos energéticos entre los que se encuentra el queroseno para la aviación.
En la exposición de motivos de esta iniciativa, Sumar ha apuntado al factor de la insalubridad, ya que en España cada año fallecen 25.000 personas por enfermedades agravadas por la mala calidad del aire, de acuerdo a la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Además, ha recordado que se estima que la aviación es responsable de entre el 5% y el 8% del impacto climático global y que si no se toman medidas se espera que las emisiones de la aviación se dupliquen para 2050 representando hasta una cuarta parte del conjunto mundial de gases de efecto invernadero, todo ello según el Atlas Europeo de la Movilidad.
En este sentido, ha señalado además que estas emisiones son producidas por una parte muy pequeña de la población, pues el 80% de la mundial nunca ha volado mientras el 10% de las personas con mayores ingresos consume el 75% de la energía utilizada en transporte aéreo.
«ACABAR CON LAS VENTAJAS REGULATORIAS»
Así, ha defendido que la «única» forma de reducir las emisiones de la aviación es reduciendo el tráfico aéreo, para lo que ha abogado por acabar con las ventajas regulatorias de la aviación sobre formas de transporte más sostenible. A su juicio, es la medida «más urgente».
En este contexto, ha recordado también que la red global Stay Grounded ya ha propuesto medidas como establecer límites para los vuelos de corta distancia y moratorias en los proyecto de expansión aeroportuarios, así como una sobretasa a viajeros frecuentes que encarecería todos sus vuelos, aunque podrían tener un vuelo libre de sobrecoste cada dos años.
Igualmente, ha apuntado que Ecologistas en Acción ha constatado que dentro de la Península en el territorio con alternativa ferroviaria de hasta cuatro horas, serían potencialmente sustituibles hasta once rutas, con un ahorro de más de 300.000 toneladas de CO2 y un ahorro de 50,6 millones de euros anuales en externalidades.
De este modo, ha secundado seguir el ejemplo de países como Austria, Suecia o Francia y prescindir de vuelos de cortas distancias en España, donde hay vuelos diarios entre Alicante, Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia y Madrid que tienen rutas alternativas en tren de alta velocidad que rondan las tres horas, tal y como ha expuesto.