Sumar enfría su optimismo sobre los PGE y pasa a la cautela, consciente de la difícil situación parlamentaria


Diversos sectores de Sumar enfrían el optimismo con el que a finales de año encaraban la negociación para los nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE) ante la difícil situación parlamentaria actual. Sin renunciar en ningún caso a tratar de aprobarlos, optan por trasladar cautela hasta que se recomponga el bloque de investidura.

Esta semana y antes de que se consumara la derrota en el Congreso con el decreto ómnibus al alinearse Junts con PP y Vox para tumbarlo, fuentes del grupo parlamentario ya admitían que veían más complicados los Presupuestos y que actualmente tenían «muchas dudas» de que los contactos con otros grupos parlamentarios llegaran a buen puerto.

Otras fuentes de la confluencia del socio minoritario reconocen abiertamente que actualmente es una «quimera» pensar en aprobar los PGE, aunque enfatizan que en una legislatura tan volátil las relaciones con los socios, en especial con los postconvergentes, se pueden reconducir en cuestión de semanas.

También hay voces entre los partidos aliados de Sumar que, con el actual clima, no ven condiciones para poder sacar los presupuestos con el nivel de intensidad en el choque entre el Gobierno y Junts, que asestó el pasado miércoles un fuerte golpe al Ejecutivo.

PESE A LAS DIFICULTADES, LOS PGE NO SON UNA BATALLA PERDIDA

No obstante, el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, aseguró el viernes que no da «ni mucho menos por muerto» el escenario presupuestario. A su vez, la coportavoz de los comunes , Aina Vidal, dijo que las cuentas públicas no son una «condición sine qua non para que continúe la legislatura, pero sí es «lo más deseable», tanto para el PSOE como para Sumar. «Vamos a seguir trabajando para que existan», añadió.

IU desgranó también el lunes que el Gobierno puede funcionar bien con prórroga presupuestaria, aunque subrayó que no es el «escenario ideal» y que no se puede dar «por perdida la batalla» para contar este año con nuevos PGE.

El coordinador federal de la formación, Antonio Maíllo, recalcó en su último informe político que tener nuevas cuentas es «crucial» e «indispensable», pues condiciona la «pervivencia» del Ejecutivo y llamó a pelear por tenerlos pese a la «enésima amenaza» de Junts, que ya avanzó que no iba a negociarlos tras paralizarse su demanda de tramitar su iniciativa para reclamar una cuestión de confianza al presidente, Pedro Sánchez.

Este estado de ánimo en Sumar contrasta con el de finales de año, cuando percibía que los nuevos Presupuestos estaban encarrilados una vez que se consiguió sacar adelante la reforma fiscal. En la cúpula de la formación consideran que ese pacto era mucho más complejo, al lograr aunar a grupos de izquierda y derecha en una materia peliaguda ideológicamente como la tributaria.

Y siguen manteniendo que los Presupuestos es una norma que a priori permite dar más incentivos a los socios parlamentarios, dado que permite incluir inversiones territorializadas, por ejemplo. Sin embargo, en el socio minoritario perciben que el PSOE solo se inclinará por traerlos al Congreso solo cuando tenga seguridad de disponer de votos suficientes.

MALESTAR CON JUNTS, QUE DEBE VOLVER AL BLOQUE DE INVESTIDURA

De todas formas, el malestar de Sumar con Junts se ha hecho evidente, al que recriminan su error de alinearse con PP y Vox, fuerzas que quieren acabar con la Ley de Amnistía. De hecho, un diputado del grupo reprochaba la actitud de los de Carles Puigdemont, cuando se habían volcado en aprobar esta ley que demandaba el independentismo catalán.

Pese a ello, el socio minoritario llamó a recomponer el bloque de investidura y la propia vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, abogó por recobrar la confianza entre Junts y el Ejecutivo.

La dirección de Sumar está convencida de que Junts no quiere ni elecciones ni moción de censura. Por ello, urgen a encontrar una solución e intensificar el diálogo para restablecer los puentes y la confianza con el partido catalán, para contar con su apoyo en las grandes cuestiones de país.

PODEMOS PERCIBE ACTITUD DE PRÓRROGA PRESUPUESTARIA

Por otro lado, las dificultades parlamentarias del Gobierno no se limitan a Junts, dado que Podemos ha dejado claro que no negociará las cuentas públicas si antes el PSOE no cumple con los compromisos previos adquiridos, como hacer permanente el impuesto a las energéticas.

Los morados se han afanado esta semana que no se sentarán si quiera a hablar de Presupuestos si no se respetan los acuerdos y viene desde hace tiempo alertando de que se ha quebrado la confianza con el Ejecutivo.

Fuentes moradas manifestaron esta semana que ya perciben que el Gobierno va con «inercia» y perciben al Ejecutivo en actitud de prórroga presupuestaria en 2025 y que los contactos que esté manteniendo se harán con vistas a tener PGE en 2026. Sin embargo, en la cúpula del partido estiman que el año que viene puede haber incluso menos incentivos para reunir la mayoría suficiente a una ley esencial como los PGE.

La propia secretaria general de Podemos, Ione Belarra, manifestó en una entrevista radiofónica que veía al Ejecutivo incapaz de sacar nuevas cuentas públicas y en «fuera de juego» por la ofensiva judicial contra el entorno familiar del presidente.

Tampoco creía, según dijo, que el Gobierno complete los cuatro años de legislatura y ve a ministros socialistas huyendo a cargos orgánicos en varias comunidades ante lo que pueda pasar el en próximo ciclo político, en una especie de «sálvese quien pueda».

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