Sudáfrica limita la venta de alcohol y cierra algunas de sus playas para frenar el coronavirus
El Gobierno de Sudáfrica ha presentado una nueva batería de medidas para intentar frenar el avance de la pandemia, que ha dejado ya más de 866.000 contagios y casi 23.500 muertos, entre las que están la limitación de la venta de alcohol y el cierre de algunas de sus playas, en plena temporada de vacaciones de verano.
Hace menos de una semana el Ejecutivo del presidente, Cyril Ramaphosa, declaró el inicio de la segunda ola de coronavirus en el país, después de que se duplicaran los casos diarios en las últimas semanas.
«Dada la velocidad a la que han aumentado los casos nuevos en las últimas dos semanas, existe la posibilidad de que si no actuamos con urgencia y juntos, la segunda ola será incluso más grave que la primera», advirtió Ramaphosa, informa el portal de noticias sudafricano EWN.
Sin embargo, estas nuevas restricciones pueden aumentar todavía más la presión contra el Gobierno, pues no sólo estos esfuerzos por contener la pandemia pueden obstaculizar la recuperación económica, sino también aumentar gasto público en materia de ayudas sociales para los hogares más vulnerables, cuando se había marcado el objetivo de ahorrar 300.000 millones de rands (16.000 millones de euros) durante los próximos tres años fiscales.
«El toque de queda está destinado a evitar reuniones que se prolongan hasta altas horas de la noche y al mismo tiempo permite que los restaurantes, bares y tabernas sigan funcionando y obtengan ingresos», ha explicado el presidente sudafricano.
Esta serie de medidas decretadas por el Gobierno podrían suponer un nuevo golpe para el turismo y la hostelería en plena época de vacaciones de verano, sectores que ya han padecido numerosas pérdidas con anterioridad cuando las autoridades impusieron restricciones a los vuelos internacionales durante la primera ola.
Las empresas y negocios de las provincias costeras contaban con el turismo nacional para intentar salvar la temporada de verano, sobre todo después de que estos desplazamientos hayan supuesto unos ingresos máximos de 25.000 millones de rands (1.360 millones de euros) sólo en diciembre.
«Un cierre total era absolutamente necesario entonces para retrasar la pandemia», ha defendido Ramaphosa, en relación a las primeras medidas decretadas por el Gobierno de Pretoria durante el pasado mes de marzo, las cuales, dijo ayudaron a preparar el sistema de salud sudafricano ante la llegada de nuevas olas.
«Sin embargo, ahora no serviría para el mismo propósito y es por eso que no estamos optando por esa opción», ha explicado Ramaphosa.
«Hemos realizado amplias consultas sobre este tema para que podamos encontrar un enfoque que reduzca el riesgo de transmisión a gran escala y limite el impacto negativo en las empresas en las zonas costeras», ha añadido.
Sudáfrica es con diferencia el país más afectado por el coronavirus del continente africano, con 866.127 casos acumulados y 23.451 fallecidos, muy por delante de los países del norte, los siguientes en los que la pandemia ha tenido mayor incidencia, como Marruecos, o Egipto.