El déficit por cuenta corriente alcanza los 400 millones en enero, un 33% más
La balanza por cuenta corriente, que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, registró un déficit de 400 millones de euros en enero, lo que supone un aumento del 33% respecto al mismo mes del año anterior, según el avance publicado este miércoles por el Banco de España.
El aumento del saldo negativo de la balanza por cuenta corriente registrado durante el pasado mes de enero se explica exclusivamente por la desaparición del superávit de la balanza de bienes y servicios, ya que las rentas primaria y secundaria mejoraron su déficit y la cuenta de capital amplió su superávit.
En concreto, la balanza de bienes y servicios alcanzó un saldo próximo a cero, frente al superávit de 700 millones obtenido en enero de 2017. Dentro de ésta, el turismo y los viajes ampliaron, en cambio, su superávit hasta los 2.400 millones, 100 millones más que un año antes.
Por su parte, la balanza de rentas primaria (rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones) y secundaria (transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales, etc.) registró un déficit de 400 millones de euros el pasado año, inferior a los 1.000 millones de enero de 2017.
El saldo de la cuenta de capital mostró en enero un superávit de 400 millones de euros, también por encima de los 100 millones obtenidos durante un año antes.
Así, el saldo agregado de las cuentas corriente y de capital, que determina la capacidad o necesidad de financiación de la economía española, fue prácticamente cero en enero de este año, frente al déficit de 200 millones registrado en el primer mes del año anterior.
SALIDA DE CAPITALES
Por otro lado, en enero salieron de España 26.200 millones de euros por compra de activos, desendeudamiento y desinversiones, por encima de los 25.600 millones que salieron del país en el mismo mes de 2017.
La salida o entrada de capitales es un saldo que resulta de tener en cuenta lo que los residentes españoles invierten fuera del país y lo que los extranjeros destinan a España en ese mismo periodo.
Según explica el Banco de España, estos flujos están condicionados por el efecto de las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE), que provocan un «exceso de liquidez» que se filtra hacia el exterior, aumentando así las inversiones de los españoles y reduciendo a su vez su endeudamiento.
