Sortu apuesta por David Pla, el encapuchado que comunicó el fin de ETA y supervisó la disciplina de los presos

Sortu ha apostado por incluir en su Consejo Nacional a David Pla, uno de los tres encapuchados que comunicó el fin de ETA el 20 de octubre de 2011 y que tuvo un papel destacado para supervisar que los presos de la banda terrorista mantuvieran la disciplina. Fue detenido en varias ocasiones, participó en intentos de diálogo con el Gobierno y cumplió condena en Francia dentro de una trayectoria que se inició en las juventudes de Jarrai y le llevó a recibir órdenes directas de exdirigentes como Txapote .

En los últimos años ha concedido varias entrevistas manteniendo el tono complaciente ante la actividad criminal de ETA. De esta forma, ha lamentado que «no acertaron» para que el final «llegara antes», sin reconocer el acoso policial y judicial contra las estructuras de la banda terrorista que precedieron a su disolución.

De su peso dentro de ETA da cuenta que participó junto a Iratxe Sorzabal y José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera , en el intento de la banda en 2012 de abrir un proceso de negociación con el Gobierno en Noruega. Él mismo lo explicó en una entrevista desde prisión, lamentando que el Ejecutivo de Mariano Rajoy se desentendiera de aquel proceso al no «querer ni recibir» al emisario.

Ahora Sortu ha propuesto a David Pla como responsable del Marco de Orientación Estratégica y vicesecretario general tercero del partido, que es pieza clave de la coalición EH Bildu. Al frente de la izquierda abertzale siguen Arnaldo Otegi y Arkaitz Rodríguez, que opta a la reelección como secretario general de Sortu.

INICIOS EN LA KALE BORROKA

David Pla Martín (1975) es de Pamplona y comenzó sus vínculos con ETA a través de la violencia callejera, la kale borroka, desde organizaciones juveniles como Jarrai. Luego pasó a Francia para integrarse en las filas de la organización.

Cuatro años después del comunicado anunciando en 2011 el abandono de las armas, la Guardia Civil lo detuvo junto a su pareja, la también dirigente etarra Iratxe Sorzabal. Fue en el marco de la operación Pardines , en homenaje al agente del Instituto Armado que figura como primera víctima de ETA.

Quedó en libertad en 2020 tras una condena de cinco años en Francia por asociación de malhechores, después de que los expertos en la lucha antiterrorista consideraron a Pla el último jefe de la banda, concretamente de su aparato político . Entregado por las autoridades galas, pasó unas horas en la prisión de Soto del Real hasta que la Audiencia Nacional lo dejó en libertad con medidas cautelares.

Pla se sirvió de su ascendencia sobre el resto de presos para desde la cárcel gala de Osny dar instrucciones y participar en los debates internos, abogando por mantener la disciplina en un momento de relevantes enfrentamientos internos en los que él apostó por dar paso a las vías exclusivamente políticas.

En abril de 2010, Pla Martín ya fue detenido en Francia en el marco de otra operación de la Guardia Civil contra el entramado de abogados de la banda (H-Alboka) que servía de nexo entre la cúpula terrorista y las cárceles.

Sin embargo, las autoridades galas le dejaron en libertad días después al no encontrar pruebas de su vinculación con esta causa, situación que aprovechó para huir y pasar a la clandestinidad. La Policía hacía meses que lo situaba al frente de la banda, junto a Izaskun Lesaka Argüelles. Fueron los tres etarras –Pla, Sorzabal y Lesaka– los que leyeron encapuchados el comunicado del fin de ETA en 2011.

A LAS ÓRDENES DE TXAPOTE

Tras el arresto el 15 de abril de 2010 en Hendaya, el Ministerio del Interior encabezado por el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba dijo de Pla que era uno de los «hombres fuertes» del aparato político de la banda terrorista ETA. En 1995, se presentó como candidato de Herri Batasuna en las elecciones municipales, aunque no resultó elegido y huyó a Francia, donde vivió con su pareja y su hijo.

En julio de 2000, fue detenido en Zaragoza, en esta ocasión por la Policía Nacional, acusado de integrar un comando de liberados de ETA denominado Aragón , que acababa de entrar en España para la comisión de atentados. En julio de 2001 fue condenado a seis años de prisión por un delito de pertenencia a banda armada.

Informes policiales recogieron que Pla había recibido instrucciones del dirigente etarra Francisco Javier García Gaztelu, Txapote , para extender a toda España una infraestructura estable, consistente en pisos, vehículos y documentación falsa, a fin de que posteriormente fuera utilizada por los comandos operativos. Además tenía órdenes para conseguir información sobre posible objetivos.

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