Soba plantea «arreglar o cierres puntuales» del puerto de Lunada tras la «monumental tragedia»


El municipio cántabro de Soba, que alberga el tramo de la carretera autonómica CA-643 donde tuvo lugar el accidente en el que murieron cuatro jóvenes madrileños, al despeñarse el coche en el que viajaban por una ladera del puerto de Lunada, sigue consternado por esta «tragedia monumental».

Y su alcalde, Julián Fuentecilla (PRC), urge a «arreglar» esta vía y que se cumpla así con una demanda histórica de los ayuntamientos y vecinos de la zona o si no, y entre tanto, plantea que se acometan «cierres puntuales» cuando las condiciones entrañen dificultades para la circulación.

«Es lo mejor para evitar estos riesgos graves», ha señalado este lunes a Europa Press el regidor, para quien es «tremendo» e «indescriptible» lo que ha ocurrido, más «siendo chavales tan jóvenes» las víctimas. «Yo esa noche no pude dormir: estuve dando vueltas a la cabeza y pensando cómo había podido pasar», ha expresado.

Los fallecidos son los cuatro ocupantes de un turismo, un chico y una chica de 20 años y otra pareja de 21, naturales de Vallecas, que venían de Madrid a Cantabria junto a otros cuatro amigos (que iban en otro coche detrás de ellos) dispuestos a pasar el fin de semana en una cabaña pasiega en San Roque de Riomiera, pueblo de Cantabria que comunica con el de Espinosa de los Monteros, ya en Burgos, por el Portillo de Lunada, que con sus 1.316 metros de altitud es el tercer puerto de montaña más alto de la comunidad cántabra.

El siniestro tuvo lugar en un tramo elevado y «muy sinuoso», en el que las curvas se suceden una tras otra, y donde no hay barreras de protección -como quitamiedos o muros-.

Sucedió además de noche, sobre las 22.00 horas del 15 de marzo, en una jornada más propia de «días invernales», ya que «trapeaba» -«nevaba un poco», precisa Fuentecilla- y hacía «mucho frío», con lo que los copos caídos pueden convertirse en hielo y se pudo producir una pérdida de control del vehículo, apunta, aunque la Guardia Civil sigue investigando la causa del siniestro.

En cualquier caso, teniendo en cuenta las características de la vía y las condiciones meteorológicas del momento del suceso así como la ausencia de luz, la carretera constituye «un riesgo para quien no la conoce e incluso para el que sí» ha transitado previamente por ella, ha señalado el alcalde de Soba, municipio al que pertenece la localidad de Valdició, punto en el que el turismo se salió de la vía y cayó por una ladera de unos 300 metros, en tonel y dando vueltas de campana.

Los equipos de emergencias fueron alertados por un aviso automático del móvil de uno de los ocupantes (todos ellos llevaban puesto el cinturón de seguridad). Los rescatadores localizaron y accedieron hasta el lugar donde se encontraban pasada la medianoche y las labores se prolongaron hasta las seis de la mañana.

URGENTE REPARACIÓN O CIERRES PUNTUALES

Por eso, Fuentecilla ha insistido en que esta carretera «necesita una urgente reparación», aunque ha admitido que es «complicado» acometer obras allí por los «neveros enormes» que se forman en invierno en los que las precipitaciones nivales caen «con intensidad», y ha evidenciado además que costaría «mucho dinero». Y es que se precisarían viseras o túneles para facilitar el tránsito de vehículos durante todo el año.

Así las cosas, y tras recordar otros fallecidos en Lunada en circunstancias «parecidas» a las de este accidente -el más grave en las dos últimas décadas en la región-, el alcalde de Soba ha propuesto «cierres puntuales» del puerto «en momentos de riesgo grave». A su juicio, y en tanto no se arregle la carretera, sería «lo mejor» para evitarlos.

En este sentido, cree que es «preferible dar una vuelta», es decir, pasar de Cantabria a Burgos, o viceversa, por otra vía (por ejemplo, ir de San Roque a Espinosa por Alisas y La Sía), aunque haya que recorrer más kilómetros, pero en determinadas circunstancias «es más seguro» eso que atravesar el puerto. «Es más largo, desde luego, pero es más seguro», ha defendido.

PRIMERA FASE, HACE CUATRO AÑOS

Hace casi cuatro años, en mayo de 2021, la entonces Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria inauguró la primera fase de la mejora de la carretera autonómica del puerto de Lunada en el municipio de San Roque de Riomiera.

En concreto, se trataba de los 2,2 kilómetros desde el comienzo de la vía hasta La Concha, con una inversión cercana a los 660.000 euros.

Según ha recordado el alcalde de Soba, el resto del proyecto se había comprometido para esta legislatura, siendo la peor parte y la más complicada de arreglar la más elevada, donde tuvo lugar el trágico accidente.

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