Sánchez-Llibre (Foment) pide que la nueva financiación solucione el «infierno fiscal» de Cataluña

Advierte que el impuesto de transmisiones patrimoniales «perjudica» el acceso a la vivienda

BARCELONA, 9

El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez-Llibre, ha advertido de que la reforma de la financiación autonómica no puede servir de excusa para no abordar la fiscalidad en Cataluña, que ha calificado de «infierno fiscal».

Lo ha dicho este martes en la presentación de las conclusiones del Libro Verde en fiscalidad, que incluye unas 80 propuestas planteadas por una cincuentena de expertos.

Sánchez Llibre ha dicho que su análisis no recae en un «planteamiento ideológico» y ha señalado que su objetivo fundamental es influir en la Generalitat. Así, ha tachado a Cataluña de «infierno fiscal» para las empresas y la ciudadanía, y ha dicho que en los próximos días trasladarán sus propuestas fiscales a los grupos políticos, en el marco de las elecciones al Parlament del 12 de mayo.

«Queremos ser los primeros de la clase. Queremos que Catalunña sea la locomotora que polarice la inversión y la política en España», ha manifestado, y ha opinado que la fiscalidad debe acompañar la modernización de la economía.

«BARRERA» A LA INVERSIÓN

El consejero de la presidencia de la entidad, Manel Silva, ha lamentado que «la competitividad del sistema fiscal de Catalunya es extremadamente reducida» y ha sostenido que hay una desproporción entre las aportaciones de la ciudadanía y las prestaciones y servicios públicos que reciben.

Ha asegurado que el sistema fiscal catalán –que incluye 11 impuestos propios– genera «una barrera importante y muy anticipada» de las inversiones en Cataluña y el establecimiento de nuevas empresas, y también ha criticado la imagen de inseguridad jurídica que a su juicio provoca, más allá de su impacto recaudatorio.

Por ello, ha reclamado reformar los impuestos, «mejorar la gestión tributaria» e impulsar un plan estratégico contra la economía sumergida.

VIVIENDA

El consejero de la presidencia de la patronal ha sostenido que el impuesto sobre las transmisiones patrimoniales –de titularidad estatal– «perjudica y agravia» el mercado de la vivienda que, en sus palabras, tiene grandes dificultades.

Ha tachado de «absolutamente exhorbitantes» los niveles del gravamen a día de hoy: ha abogado por reducir el tipo máximo al 7% y que, en el caso de la vivienda habitual, alcance el 4%, y ha abierto la puerta a que las comunidades autónomas puedan modificarlo a la baja.

Sánchez Llibre ha insistido en la supresión el impuesto de patrimonio al considerarlo absolutamente confiscatorio: «Lo pediremos por lo civil o lo criminal o lo penal», ha advertido.

También en reducir los tramos del IRPF y deflactarlos «para que este impuesto no se convierta en un impuesto sobre la inflación, si ya de por sí la inflación genera pobreza», en palabras de Silva.

También han reclamado eliminar el impuesto sobre las emisiones del Co2 de los vehículso de tracción mecánica porque, según Silva, al gravar la titularidad del vehículo y no el uso «penaliza a las empresas de alquiler establecidas en Cataluña, y no a los vehículos que circulan por Catalunya» con origen y destino fuera.