Sánchez defiende la reforma laboral ante ERC y le afea que insulte a sindicatos: «Nadie me da carnés de izquierda»
Rufián le avisa de que no merece la pena dejar que Vox «se coma» a Casado porque los de Abascal morderán siempre», también al PSOE
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido este miércoles, ante el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo que los republicanos rechazaron, le ha acusado de «insultar» a los sindicatos que firmaron ese pacto con la patronal y le ha dejado claro que a él «nadie» le da «carnés de izquierda». «Y menos su señoría», ha agregado.
Ha sido en la primera sesión de control al Gobierno tras la votación del decreto de la reforma laboral que rompió el bloque de investidura. Rufián ha exigido a Sánchez políticas de izquierda y ha vuelto a criticar esa reforma resaltando que cuenta con el apoyo de la presidenta del Banco de Santander, Ana Patricia Botín.
El jefe del Ejecutivo le ha afeado otras declaraciones suyas: «Decir que es la reforma laboral que hubiera pactado Albert Rivera como vicepresidente no es un insulto al Gobierno, es un insulto a los sindicatos, a CCOO y UGT, que fueron los que firmaron ese acuerdo».
«A lo mejor considera usted que está más a la izquierda que ellos, no es mi caso. Hicieron un ejemplo de patriotismo y nosotros se lo agradecemos», ha abundado, después de censurar que la «izquierda soberanista» trate de «dar lecciones a la izquierda española».
«Voy a cumplir 50 años dentro de muy poco, a mí no me da nadie carnés de izquierda y menos usted, señoría», ha remachado el presidente del Gobierno.
EL GOBIERNO CUMPLE EL PACTO DE INVESTIDURA
A la pregunta de si el Ejecutivo de coalición está cumpliendo con los objetivos del pacto de legislatura suscrito con ERC, Sánchez ha respondido que sí, y que lo está haciendo, además, en el marco «tan complejo» que supone la pandemia «global» de coronavirus.
Según Sánchez, la «hoja de ruta» del Gobierno se está haciendo realidad «con aciertos», aunque también «con muchos errores», y gracias al apoyo «de la mayoría parlamentaria» de las Cortes Generales.
Pero Rufián ha aprovechado para alertar a Sánchez de dos «tentaciones» en las que cree que podría caer en lo que queda de legislatura: orillar el conflicto catalán, que le exigido que afronte para evitar «tener que hacer las maletas de Moncloa», y dejar crecer a Vox para que «el lobo se coma al PP».
Rufián ha apuntado que el líder del PP, Pablo Casado, «pone fácil» ser devorado por los de Santiago Abascal, «hablando en Burgos ante cuatro vacas de la ETA, de chuletas y de ERC» y que eso puede satisfacer a Sánchez.
CAMBIAR A CASADO POR AYUSO
«Pero, ¿para qué? ¿Para que Vox logre 70 u 80 diputados? ¿Para tener ahí enfrente sentada a (Isabel Díaz) Ayuso en lugar de a Casado? ¿De qué sirve eso?», le ha preguntado al presidente del Gobierno, antes de advertirle de que «el lobo morderá siempre» y también a los socialistas.
Sánchez le ha contestado que él no se alegra del «auge de la ultraderecha» y le ha recordado que ya ha ofrecido al PP la abstención de los socialistas en Castilla y León si rompen sus acuerdos con Vox «para siempre y en todos los territorios».