Sánchez comparece mañana en el Congreso para explicar el espionaje con Pegasus y el cese de la directora del CNI

Quedan interrogantes sobre la autoría del espionaje al Gobierno y respecto a quién es responsable de la seguridad de los teléfonos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecerá mañana en el Pleno del Congreso para informar de la crisis política motivada por el espionaje con el sistema Pegasus , que ha afectado a líderes políticos independentistas y también a miembros del Ejecutivo, incluyendo al propio jefe del Gabinete, y que provocó la destitución de Paz Esteban como directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Sánchez dará explicaciones a petición de la oposición, que exigió su comparecencia en Junta de Portavoces, dejando en minoría a las dos fuerzas políticas que componen el Gobierno, PSOE y Unidas Podemos. Será además un debate monográfico, como pedían los demás grupos, que comenzará a las nueve de la mañana de este jueves.

El presidente dará cuenta ante los diputados del ataque a los terminales del presidente, de la ministra de Defensa, Margarita Robles y del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que se produjeron en los meses de mayo y junio del año pasado, al inicio de la crisis diplomática con Marruecos que se prolongó durante más de un año.

También, de las escuchas a varios políticos independentistas mediante este programa espía, entre ellos el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que ha provocado el enfado de ERC, socio de investidura del Gobierno. El 24 de abril, días después de conocerse el espionaje a políticos catalanes, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, acudió a Barcelona a reunirse con la consejera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà.

EL GOBIERNO TAMBIÉN FUE ESPIADO

Fue a continuación, el 2 de mayo, cuando el Gobierno hizo público que Sánchez y Robles también habían sufrido un ciberataque con el mismo programa Pegasus después de que el Centro Criptológico Nacional analizase los terminales del Gobierno. Finalmente se supo que el teléfono de Grande-Marlaska también había sido infectado y que hubo un intento fallido de acceder al terminal del ministro de Agricultura, Luis Planas, que en aquel momento era embajador de España en Marruecos.

Esa misma semana Sánchez acudió a Barcelona a un acto con empresarios y allí coincidió con Aragonès, en el primer encuentro entre ambos después del estallido del caso Pegasus . El líder catalán le trasladó que la situación es «muy grave» y acordaron abordar el tema en un encuentro posterior que aún no se ha producido y para el que tampoco hay fecha fijada.

Tras semanas de presión para que se depurasen responsabilidades al más alto nivel por parte de su socio de Gobierno, Unidas Podemos, y de los socios de investidura, el Gobierno decidió destituir a la directora del CNI, Paz Esteban que llegó a comparecer en la comisión de secretos oficiales del Congreso para dar cuenta de las actuaciones de los servicios secretos en este asunto.

¿DE QUIÉN DEPENDEN LAS COMUNICACIONES DEL GOBIERNO?

La encargada de hacer pública la decisión fue Robles –de cuyo departamento depende el CNI–, a pesar de ser la ministra que había defendido a Esteban con más intensidad ante las peticiones de cese. Robles evitó hablar de destitución y sostuvo que se trataba de una «sustitución» para dar un nuevo impulso a la institución, sin hacer referencia a Pegasus ni aclarar los motivos del cese.

Sin embargo, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Sánchez ya habló de «relevo» al frente de los servicios secretos y lo justificó por «un fallo en la seguridad de las comunicaciones del Gobierno».

No obstante, el Gobierno aún no se ha pronunciado respecto a qué departamento es el responsable de la seguridad de las comunicaciones del Ejecutivo y si esta depende del CNI y en última instancia de Robles o bien de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno, que en el momento de los ciberataques estaba dirigida por Bolaños.

También está por resolver quién está detrás del espionaje al Gobierno, que presentó una denuncia ante la Audiencia Nacional. Aunque existen indicios que apuntan a Marruecos, el Gobierno no ha indicado que tenga sospechas del vecino del sur.

Sin embargo, el dirigente de Unidas Podemos Jaume Asens fue más allá y deslizó que el robo de información del móvil del presidente podría haber servido para hacer «chantaje» a Sánchez y podría estar vinculado al cambio de posición de España respecto al Sáhara Occidental.

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