Sánchez avisa a Gamarra que no le admite ninguna lección de feminismo y defiende la reforma de malversación y sedición
Intenta ridiculizar la idea de que el «malvado Sánchez» tiene un «plan oculto» y reprocha que si lo creen se fueran de fin de semana
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha advertido hoy a la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, que no le admite ninguna lección de feminismo después de que ésta le haya pedido que modifique la ley del sí es sí y le haya espetado que su feminismo «es mentira». El jefe del Ejecutivo también ha defendido su reforma del delito de malversación en el Código Penal y la supresión del delito de sedición.
Sánchez respondía así, durante la réplica en el Parlamento donde comparece para explicar los Consejos Europeos de octubre y diciembre, a la portavoz popular , quien minutos antes le había exigido que «rectifique» ya la ley del solo sí es sí ante las rebajas de penas que se están produciendo y le ha espetado que su «feminisno es mentira».
Además, la dirigente del PP le ha preguntado si dimitirá en caso de empiecen a producirse «revisiones en cascada» a corruptos tras la modificación del delito de malversación: «¿Es capaz de comprometerse a ello o no pone la mano en el fuego ni por Pedro Sánchez?», ha preguntado.
Sin embargo, el jefe del Ejecutivo ha advertido, visiblemente molesto con este asunto, que no iba a admitir «ninguna lección» con el compromiso del Gobierno con el feminismo y la protección de las mujeres. Según Pedro Sánchez, el objetivo de la ley del solo sí es sí «es claro y no es otro que proteger a las mujeres».
Ha añadido que los datos están ahí y reflejan que se ha aumentado el gasto en un 50 por ciento para este asunto, hasta 261 millones en 2023.»La mayor partida presupuestaria en la lucha contra la violencia de género», ha apostillado recordando que ha aumentado los efectivos de la Policía y la Guardia Civil dedicados a esta «tarea de Estado», entre otras medidas.
DEFIENDE LA MALVERSACIÓN
En cuanto a las acusaciones que la portavoz del PP le ha propinado sobre la reforma del delito de malversación, Sánchez ha defendido que su Gobierno está comprometido en la lucha contra la corrupción desde la moción de censura en 2018 y ha añadido que la comparación no se sostiene porque con el PP llegó a ser la segunda preocupación, mientras que ahora es la número 18.
Pero dicho esto, ha defendido su reforma por que «deja de meter en el mismo saco» la apropiación de fondos que destinarlos a otros fines y ha pasado a atacar al PP por la reforma que hizo Mariano Rajoy de los plazos de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Según ha dicho, favorecían a los corruptos y ha recordado que también aprobaron una amnistía fiscal a la que se acogieron empresarios y políticos inmersos en los once mayores casos de corrupción.
También ha echado en cara a los populares que intentaran «resolver un problema político» con la reforma del Código Penal de 2015 que, según él, agravó el problema en Cataluña y no evitó el referéndum ilegal, y fue criticada por el Ministerio Fiscal sin que el PP atendiera sus informes.
REITERA QUE LA SUPRESIÓN DE SEDICIÓN ES HOMOLOGACIÓN CON EUROPA
Otra de las reformas que ha defendido Sánchez ha sido la supresión de la sedición del Código Penal y ha preguntado de manera retórica en el hemiciclo si es bueno homologar la Legislación española a la europea.
Una cuestión que ha respondido él mismo asegurando que «sí», que supone armonizar la Legislación y logra dos objetivos «relevantes» en su opinión: eliminar trabas de otros países ante las euroórdenes que España está sufriendo y agilizar las extradiciones. Según Sánchez, la supresión de este delito homologa a España con Alemania, Francia, Italia, Suiza o Bélgica. «No son democracias fallidas con estados de derecho frágiles», ha exclamado.
TRATA DE RIDICULIZAR LA ADVERTENCIA DE UN PLAN OCULTO DEL GOBIERNO
Pero donde se ha extendido Pedro Sánchez en sus críticas tanto a Cuca Gamarra como a Santiago Abascal es en tratar de ridiculizar la acusación que se hace desde la derecha de que el «malvado Sánchez» tiene un «plan oculto».
«De verdad se cree que en España está en marcha un plan de mutación constitucional oculto a la ciudadanía tal como se proclamó en la plaza de Cibeles el pasado sábado», ha inquirido a la popular .
El propio Sánchez ha afirmado que la acusación parece del «club de la comedia» y ha insistido en preguntar a Gamarra si de verdad cree que España va camino de una dictadura, que el país transita hacia un régimen colectivista de estilo bolivariano.
GRAVÍSIMO QUE FUERAN DE FIN DE SEMANA SI VEN A QUE LLEGA UNA DICTADURA
Y desde la ironía ha apuntado que si los populares lo pensaran de verdad le parecería «gravísimo» y no entiende entonces que se tomaran el fin de semana libre y no acudieran el sábado a la manifestación enviando una representación de tercera fila «cuando de lo que estábamos hablando era de salvar la patria».
Sánchez ha proseguido tratando de caricaturizar a la portavoz popular al afirmar que ella puede que sí se crea lo del plan oculto al igual que creyó que «Rajoy era una bendición, luego que Soraya era la solución, después creyó en Casado, ahora en Feijóo y cuando toque…».
Finalmente, Sánchez ha precisado que el plan no es nada oculto porque es el que se ha votado en el Parlamento para proteger a la mayoría social y repartir los esfuerzos de manera equitativa en lugar hacer amnistías fiscales, recortar la sanidad pública u olvidarse de la dependencia.
Además, ha echado en cara a Cuca Gamarra que escribiera un tuit, el día que se produjo el asalto al Congreso en Brasil, en el que decía, refiriéndose a Sánchez: «contigo en España es solo un desorden público».
Según Sánchez, la portavoz popular ni siquiera condenó el golpe y prefirió atacar al presidente de su país, desaprovechando, ha dicho la oportunidad de romper con «gente muy parecida que está en nuestro país y son sus socios en CyL».
RECALCA QUE EL PROCÉS HA TERMINADO
El presidente del Gobierno también ha replicado a la diputada de Junts Mariona Illamola insistiendo en su idea de que el proceso soberanista ha terminado ya en Cataluña pese a que continúe el movimiento independentista, algo que «no obvia», aunque no comparta esos planteamientos.
Y es que el jefe del Ejecutivo cree que el procés ha terminado porque se basaba en tres cuestiones que «ya no existen»: «La unidad independentista, la unilateralidad y la confrontación en vez del diálogo».