Sánchez Arévalo dirige Diecisiete , la relación de dos hermanos que simboliza España: «No se entienden pero se quieren»
El cineasta Daniel Sánchez Arévalo narra en la película Diecisiete la historia de dos hermanos en desacuerdo que simboliza la historia de España, según ha señalado el director con motivo del estreno este viernes en Netflix, después de haber llegado a algunas salas de cine de España.
«No se entienden pero se quieren mucho», ha señalado durante una entrevista concedida a Europa Press el director, quien ve paralelismos entre la relación de los protagonistas de su película y la actualidad política. «Nos atrevemos a hacer la brecha más grande y nunca nos atrevemos a querer acercar posturas», ha dicho.
Sánchez Arévalo regresa a Cantabria, donde rodó su película Primos , y convierte sus paisajes en el escenario de esta «road movie», que narra el «viaje emocional» de dos hermanos, Héctor (Biel Montoro) y Nacho Sánchez (Ismael). «Están en una burbuja, Cantabria, un escenario maravilloso, y no les queda otra que mirarse a los ojos y reconectar», ha dicho.
Héctor, un chico de 17 años, se escapa del centro de menores en el que se encuentra para buscar al perro con el que ha participado en una terapia y con el que ha establecido un fuerte vínculo. Su hermano mayor, preocupado, decide acompañarle en su caravana y junto a su anciana abuela, a la que rescatan de la soledad de su residencia ante su inminente muerte.
El director se considera un «pesimista optimista» que plantea situaciones que de partida son «dramáticas» y ante las que presenta una «necesidad vital de salvar» a sus personajes. «No quiero buscar la luz al final del camino sino durante el camino», ha dicho en referencia a la historia de estos hermanos que reconstruyen una «relación perdida».
El personaje de Héctor tiene algún tipo de trastorno o síndrome al que Sánchez Arévalo ha decidido no poner nombre. «Quería hablar de esos chavales a quienes les pasa algo pero que no han sido diagnosticados, que son calificados de raros y sufren exclusión social», cuenta.
Sánchez Arévalo, hijo del artista santanderino José Ramón Sánchez, ha confesado que Diecisiete es, de sus películas, la que menos aspectos autobiográficos tiene y, sin embargo, es la que más le sale «de las entrañas» y con la que más se identifica. Además de los paisajes familiares de Cantabria, hay algunos «guiños», como el apodo de su padre o la anécdota de convertirse en el perro ficticio de su hermana menor, que le han hecho sentir que lo que cuenta es «verdad».
Preguntado por el mensaje ecológico de la película, el director de La gran familia española ha manifestado que vive «muy angustiado con el cambio climático» y con la manera en la que se destroza en mundo, algo que le causa «ansiedad» y que cree que le lleva a «buscar el norte y el aire puro». Además, ha señalado que todos los perros que aparecen en la película proceden de una protectora y que incluso Oveja, el perro protagonista, terminó en la casa de Biel Montoro, quien lo adoptó.
Preguntado por las películas que entregó al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy hace dos años, después de que el político confesara que no veía mucho cine español, Sánchez Arévalo ha señalado que Rajoy le contestó con una carta cariñosa en la que le agradecía su «zasca». «La situación no ha cambiado mucho, me da pena que en las elecciones nunca se hable de cultura, es nuestra seña de identidad», ha dicho.
VIAJE INTROSPECTIVO
Biel Montoro ha señalado que esta película es un «viaje introspectivo» hacia lo que ocurre a estos dos hermanos, un aprendizaje sobre cómo perder y «gestionar el fracaso» en unos personajes que están «acorazados» y que se abren para mostrar «sensibilidad».
Según ha señalado el actor que da vida a Héctor, aunque las etiquetas tienen «una utilidad» a veces son un «prejuicio» y contribuyen a crear «estereotipos». «Cuando trabajé este personaje me di cuenta de que estas personas pueden ser tan distintas como dos personas neurotípicas, así que vi que era importante reflejar la singularidad de cada persona», ha dicho.