Sémper reprocha a Sánchez que es «inmoral» que haga depender la gobernabilidad del país de personalidades como Otegi
El portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, ha denunciado este martes que el cambio de la política de dispersión de presos de ETA, aplicada desde 1989 y dada por concluida por el actual Gobierno, ha sido aprovechado por Pedro Sánchez para sacar «rédito político personal» al «obtener» el apoyo parlamentario de Bildu.
Sémper ha señalado que existe un «problema inédito» y es que se «manosea todo», incluida la política penitenciaria, en vez de actuar con «seriedad», mirando por el beneficio del Estado de Derecho.
En una entrevista con EsRadio, que ha recogido Europa Press, el portavoz de campaña de los populares ha cargado así contra el Gobierno de Sánchez por «utilizar el cambio de la política de dispersión para obtener apoyo parlamentario por parte de Bildu».
«Este es el gran cambio. En lugar de hacer las cosas con seriedad, por el Estado de Derecho, se manosea y utiliza todo para obtener un rédito político personal, que afecta a una persona concreta que es Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno», ha afirmado.
BILDU NO CUMPLE LOS REQUISITOS DEMOCRÁTICOS
Por otra parte, el portavoz del PP ha señalado que el futuro de las generaciones más jóvenes tiene que ser mucho mejor que el que él tuvo que vivir cuando ETA mataba, al ser preguntado por unas declaraciones suyas que hizo hace una década asegurando que el porvenir del País Vasco tenía que construirse también con Bildu.
No obstante, Sémper ha indicado que la formación abertzale por ahora «no cumple» con los requisitos «éticos ni democráticos», al tiempo que ha considerado «insoportable» e «inmoral» que la gobernabilidad de España «descanse en personalidades como Otegi».
«Bildu está en otra realidad. Es una coalición de partidos, pero está influenciado por Sortu, la tradicional izquierda abertzale, que entre sus dirigentes tiene a David Pla, uno de los últimos terroristas encapuchados que baja la cortina de ETA», ha exclamado.
Sémper ha recriminado al Ejecutivo de Sánchez que asuma con «naturalidad» esta realidad, que es «negativa» para el futuro del país y para que los más jóvenes puedan llegar a pensar que «hay determinadas ideas que tienen la misma legitimidad que las demás».