HRW pide «restablecer urgentemente» el suministro de agua y electricidad de la ciudad ucraniana de Mariúpol

La ONG Human Rights Watch (HRW) ha pedido este lunes «restablecer urgentemente» el suministro de agua y electricidad para los cerca de 200.000 civiles de la ciudad costera de Mariúpol y ha alertado de que las partes no están cumpliendo sus obligaciones legales internacionales para abordar de forma «urgente» la crisis humanitaria en Ucrania.

El investigador de crisis y conflictos de HRW, Jonathan Pedneault, ha alertado de que «los civiles de Mariúpol llevan seis días atrapados en una pesadilla reseca y gélida, sin electricidad, viviendo bajo la amenaza constante de los bombardeos rusos».

A su juicio, «las fuerzas rusas, junto con las ucranianas, deben tomar las medidas necesarias para permitir que los civiles abandonen la ciudad de forma segura y garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de los civiles que permanecen».

«Los más de 200.000 civiles atrapados en Mariúpol se enfrentan al doble peligro de los incesantes bombardeos y a una falta de agua potable cada vez más crítica», ha dicho, agregando que los civiles llevan sin agua, electricidad y calefacción desde el 2 de marzo de 2022, cuando «las fuerzas rusas rodearon la ciudad, como parte de una ofensiva de mayor envergadura».

«Con un tiempo actual en Mariúpol de entre -3 y 4 grados Celsius (27 a 39 grados Fahrenheit) y sin previsión de precipitaciones significativas en los próximos días, es crucial restablecer el suministro de electricidad y agua en la ciudad para evitar la propagación de enfermedades transmisibles por la ingestión de agua contaminada», ha reclamado HRW.

Así, la organización ha hecho hincapié en que «las partes en conflicto deben permitir y facilitar el paso rápido de la ayuda humanitaria para todos los civiles necesitados y no interferir arbitrariamente en ella».

Asimismo, ha incidido en que los Derechos Humanos «obligan a los Gobiernos y a las autoridades de facto a respetar el derecho al agua y a garantizar que la población dispone de agua suficiente, segura, aceptable, físicamente accesible y asequible para usos personales y domésticos».

«La deshidratación grave puede provocar hipotermia, calambres en las piernas, delirio, pérdida de presión arterial, insuficiencia de órganos y muerte. Los niños, las mujeres embarazadas y las personas mayores son más propensos a los efectos de la deshidratación», ha agregado la ONG.

HRW ha recordado en un comunicado que el Derecho Humanitario, prohíbe «los ataques deliberados e indiscriminados contra civiles y objetos civiles y los ataques que causan un daño anticipado a los civiles desproporcionado con respecto al beneficio militar esperado».

«Las autoridades de la ciudad afirman que cientos de civiles han muerto durante los combates, aunque se desconoce el alcance total de las víctimas y los daños en la infraestructura de la ciudad debido a los continuos bombardeos y las limitadas comunicaciones», ha señalado HRW en un comunicado.

La ONG ha advertido de que «un proyectil ruso alcanzó la última torre de telefonía móvil que funcionaba en Mariúpol el 6 de marzo, haciendo casi imposible la coordinación de las emergencias», agregando que «los continuos bombardeos también han impedido reparar las infraestructuras dañadas de electricidad, agua, comunicaciones y calefacción».

Así, ha destacado que el «respeto de los términos del alto el fuego y del corredor humanitario acordados el 4 de marzo permitiría a los civiles evacuar de forma segura, facilitaría una asistencia humanitaria rápida y sin obstáculos a todos los civiles que la necesiten y permitiría reparar las infraestructuras vitales de electricidad, agua y calefacción».

En este sentido, HRW ha denunciado que «tres evacuaciones de civiles previstas desde el 5 de marzo fueron canceladas debido a la continuación de los combates».

Según ha informado la ONG, las autoridades municipales han declarado que el sistema de agua potable depende de estaciones de bombeo de aguas subterráneas, que requieren electricidad. Las plantas de tratamiento de agua de Mariúpol también necesitan electricidad para abastecer a los habitantes de la ciudad ubicada a orillas del mar de Azov, en torno a la desembocadura del río Kalmius, que está muy contaminado.

«Las fuerzas rusas se desplazaron para rodear la ciudad alrededor del 2 de marzo. Desde entonces, los civiles no pueden salir de Mariúpol», ha alertado la ONG.

El asistente de alcalde de Mariúpol, Petro Andriushchenko, ha confirmado a HRW que los días 5, 6 y 7 de marzo la ciudad no tuvo acceso a electricidad, agua ni calefacción. «No sabemos por qué, pero el sistema eléctrico está destruido y como las estaciones de agua necesitan electricidad para las bombas, el sistema de agua también está dañado», ha dicho.

«Sabemos que también ha habido misiles que han impactado cerca de las estaciones de bombeo, pero no podemos enviar a los encargados de las reparaciones debido a los combates», ha agregado, indicando que estas zonas están ahora bajo el control de las fuerzas rusas.

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