SEPES Atención Domiciliaria garantiza una cobertura 24 horas al día para todos sus usuarios
/COMUNICAE/
Decidir contratar un servicio de atención domiciliaria para cuidar de un familiar es una decisión muy importante y muchas empresas no cumplen las garantías iniciales
Esto es debido a que los servicios de atención domiciliaria se encuentran, a menudo, en una economía sumergida que no proporciona las necesidades, ni las garantías necesarias para el correcto bienestar de las personas mayores.
Sepes Atención Domiciliaria ofrece un servicio integral con una cobertura garantizada de 24 horas al día, con el que ofrece el cuidado de la higiene personal, un control de la medicación, un acompañamiento fuera y dentro del hogar, la velación hospitalaria, el soporte de ir a comprar y o la preparación de alimentos con una dieta adaptada a cada persona.
Gemma Montero, Gerente de Sepes Atención Domiciliaria, explica que «es importante saber que con el contrato de los servicios de una empresa como la nuestra tienes toda la cobertura las 24 horas del día y la intervención de la empresa en caso de que pudieran salir conflictos entre la cuidadora y la familia, mientras que con un particular eso no es posible «, explica la gerente de SEPES, Gemma Montero.
Sepes Atención Domiciliaria trabaja los 365 días del año, las 24 horas del día. El principal servicio que ofrecen es la atención a la persona, siempre pendiente de cualquier necesidad que tenga el cliente. «El papel más importante de las trabajadoras familiares es el factor educativo, preventivo, asistencial y socializador», afirma Gemma Montero.
La reeducación de los hábitos que la persona ha perdido, la estimulación cognitiva y la potenciación de la autonomía del usuario son las tareas que llevan a cabo las trabajadoras familiares, a través de juegos, lecturas de reportajes, de tablas de gimnasia, entre muchas otras.
El principal objetivo de Sepes Atención Domiciliaria es garantizar la calidad de vida del usuario que los contrata dentro de su entorno. Sus servicios están dirigidos tanto a personas mayores como personas con alguna discapacidad física o psíquica, convalecientes, niños y adolescentes. Siempre con un control y un seguimiento de la relación entre el trabajador y el usuario.
«Nuestro papel de intermediario garantiza que no haya chantajes a nivel emocional, malos tratos o robos. Si vemos que algo no está funcionando, intervenimos”, concluye Gemma.
Fuente Comunicae