SEMI, SEMFYC, SEMG, SEMERGEN, SEMICYUC y SEC muestran su rechazo a la de creación de una especialidad de Urgencias

Seis de las más importantes sociedades científico médicas (SEMI, SEMFYC, SEMG, SEMERGEN, SEMICYUC y SEC), las cuales representan un colectivo de 50.000 especialistas médicos -más del 40% de los médicos que forman parte del Servicio Nacional de Salud- han suscrito un comunicado en el que muestran su rechazo a la de creación de una especialidad de Urgencias.

No obstante, apoyan «sin reservas la necesidad de reconocimiento a los profesionales que trabajan en los servicios de urgencias y la importancia de estructurar la futura formación de estos profesionales», y apuestan por desarrollar la propuesta de un área de capacitación especializada (ACE) en Urgencias.

A su juicio, teniendo en cuenta que el sistema sanitario «está en continua trasformación», consideran que «el SNS deberá adaptarse» a corto plazo a las nuevas necesidades asistenciales marcadas por estos cambios en el patrón epidemiológico (cronicidad, pluripatología) y demográfico (envejecimiento).

«Consideramos que establecer un sistema asistencial más fragmentado con la creación de nuevas especialidades va contra la construcción de un sistema centrado en las necesidades del paciente, orientado a dar a cada uno de ellos la atención personalizada, integradora y en longitudinalidad que este pudiera precisar», señalan.

El segundo argumento en contra es que la atención de urgencia se entiende como una atención integral y continua que se presta por atención primaria y hospitalaria, y por los servicios y dispositivos específicamente dedicados a la atención urgente. Y cualquiera de esos ámbitos, que van desde el domicilio del paciente hasta el hospital, pasando por la urgencia extrahospitalaria, «forman parte del ámbito natural de trabajo del médico de familia».

En tercer lugar, señalan que «la patología que se atiende en Urgencias, así como toda la patología urgente es enormemente variada. No sólo es patología aguda sino también crónica». Por ello, creen los profesionales de los servicios de urgencias deben tener un perfil «generalista» para poder dar respuesta adecuada a los problemas generales de los pacientes.

Por otro lado, mantiene que «no es cierto que existan deficiencias en la calidad de la atención prestada en los servicios de urgencias y que la falta de una especialidad de Urgencias comprometa dicha asistencia». A su juicio, «existe un alto grado de capacitación de los profesionales que actualmente atienden dichos servicios, los cuales en su práctica totalidad son médicos especialistas vía MIR, mayoritariamente de Medicina Familiar y Comunitaria y Medicina Interna pero también de Cuidados Intensivos y de otras especialidades que tienen una amplia formación para atender cualquier patología urgente».

En quinto lugar, consideran que el hecho de que los médicos en formación (MIR) deban asumir una parte importante de la carga asistencial no es un escenario particular de los servicios de urgencias, sino que es una situación común en cualquier servicio hospitalario.

Por otro lado, afirman que «no existe un problema de reconocimiento legal de los profesionales que trabajan en Urgencias», y ven que «es la administración sanitaria quien debe dar el respaldo legal y definir la titulación para desempeñar la actividad en éste ámbito».

Asimismo, en séptimo lugar esgrimen que lLa aparición de una nueva especialidad de Urgencias y Emergencias no resolvería ninguno de los problemas actuales de los servicios de urgencias que son de índole organizativa y no competencial. «De hecho, estimamos que la creación de esta especialidad reforzará un modelo asistencial fragmentado que es insostenible en el tiempo», afirman.

Además, teniendo en cuenta que la patología urgente es competencia de todas las especialidades tanto médicas como quirúrgicas, señalan que «no es posible establecer un límite entre las competencias de los profesionales que trabajan en dispositivos de urgencias, puntos de atención continuada y servicios de urgencias hospitalarios».

«Creemos que la propuesta de un área de capacitación especializada (ACE) en Urgencias da una respuesta mucho más coherente a las necesidades sociales actuales, así como a los requerimientos organizativos de los servicios sanitarios, e incluso a las propias necesidades personales de los profesionales, afirman en penúltimo lugar.

Finalmente, recuerdan que el trabajo en Urgencias se desarrolla bajo un elevado nivel de presión que conlleva un notable desgaste profesional. «La ACE en Urgencias representa un modelo más flexible que facilita la movilidad de los médicos en diferentes ámbitos asistenciales (urgencias, atención primaria, o servicios hospitalarios como medicina interna), con las consiguientes ventajas tanto para los profesionales como para la propia organización sanitaria», concluyen.

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