Seis cortometrajes cántabros serán difundidos este año en 200 festivales de todo el mundo
Seis cortometrajes cántabros han sido seleccionados para formar parte del catálogo Cantabria en corto 2022 y serán difundidos este año en unos 200 festivales nacionales e internacionales.
Se trata de cinco géneros de ficción: Rooms de Álvaro de la Hoz, Not for sale de Alejandro Sánchez y Miriam, No hay fantasmas de Nacho Solana, Pandora de Daniel González y El último vals de Sergio Garai; y un documental: Cosas que no van a morir de Manuela Gutiérrez.
Así lo ha anunciado este jueves en rueda de prensa la directora general de Acción Cultural, Gema Agudo, que ha presentado el catálogo Cantabria en corto 2022 junto a parte de los directores seleccionados.
Esta iniciativa de la Vicepresidencia y Consejería de Cultura cumple su octava edición y, de forma excepcional y debido a la calidad de los cortometrajes presentados, la selección se ha ampliado de cinco a seis, de los que dos tienen a mujeres en la dirección y dos de los directores repiten en esta selección.
Asimismo, la convocatoria de 2022 «ha superado las expectativas de participación» con un total de 32 cortos, un 68 por ciento más que en 2021, cuando se presentaron 19.
El proyecto se desarrolla a través de Cantabria Film Commission y consiste en una selección anual de los mejores cortometrajes realizados por nacidos o residentes en la región, que se distribuirán por festivales durante un año a través de la empresa de distribución Digital 104 sin coste para los directores.
Los 32 cortometrajes presentados han sido valorados por un comité de expertos compuesto por el coordinador de la empresa de distribución Digital 104, Jonay García; Jara Ayúcar, responsable de comunicación e internacionalización del sector en los mercados de cine (Basque Audiovisual) desde 2017; el fundador y responsable de la distribuidora y productora Banatu Filmak, Aitor Arenas.
Agudo ha indicado que pertenecer al catálogo de cortometrajes Cantabria en corto también supone un sello de calidad y un reconocimiento a los trabajos seleccionados, que les permite disfrutar durante un año de una serie de ventajas.
Así, se posibilita que progresen en su trayectoria, ofreciéndoles ventanas para que muestren su trabajo y se creen sinergias con otros realizadores. También se fortalece el sector audiovisual, ya que el catálogo favorece que se realicen más rodajes, lo que significa más trabajo y más experiencia para los profesionales de la región.
Además, se realizan actividades paralelas que complementan el catálogo, le dan valor y sirven para difundir y promocionar los trabajos seleccionados, como intercambios audiovisuales con otras comunidades (Canarias, La Rioja y País Vasco).
Asimismo, los trabajos se proyectarán dentro de la programación de la Filmoteca Regional, que cuenta con más de una veintena de sedes repartidas por otros tantos municipios cántabros.
La directora general ha destacado el «esfuerzo» que se ha realizado desde el departamento que dirige por «acomodar» en las líneas de ayudas a todos las artes escénicas, que por primera vez han sido convocadas en enero, «se irán mejorando poco a poco» y, si es posible, aumentar las partidas.
TRABAJOS SELECCIONADOS
Según ha destacado el jurado, Rooms , de Álvaro de la Hoz, representa un viaje sensorial por las vicisitudes emocionales de la protagonista entre lo experimental y lo fantástico, una película inmersiva con un tratamiento visual y estético acorde a lo que el autor quiere contar.
Not for sale , de Alejandro Sánchez y Miriam, hace un ejercicio ecléctico que nos traslada al clásico cuento del Traje del Emperador, valiéndose de fórmulas narrativas familiares, una interesante reflexión social sobre la naturaleza del arte y su valor comercial en un mundo globalizado.
No hay fantasmas , de Nacho Solana, es un sólido guion acompañado de una factura técnica a la altura con una dirección actoral destacable por su frescura y verosimilitud. Una vuelta de tuerca a la clásica historia de fantasmas.
En Pandora Daniel González realiza una optimización de recursos con gran resultado final, en el que se aprecia la mirada de autor tanto en la puesta en escena como en un guion que sorprende y atrapa.
El último vals (de JS) , de Sergio Garai, es un cortometraje que plantea un viaje de amplio espectro; un recorrido en el que rompe con la idea romántica de nostalgia con grandes interpretaciones y una puesta en escena soberbia.
Y en Cosas que no van a morir , de Manuela Gutiérrez, desde una narrativa alejada de lo clásico y valiéndose de recursos propios de una nativa digital, se plantea un tema íntimo que va de lo particular a lo universal.
CANTABRIA EN CORTO 2021
Los cinco cortometrajes seleccionados el año pasado en el catálogo Cantabria en corto 2021 tuvieron un total de 1.472 inscripciones en festivales y 77 selecciones.
En concreto, Putos mentirosos de Alberto Blanco obtuvo 12, Cuando las cigarras callan de Aitor Sánchez 16, Lo que podría haber pasado cuando no pasó nada de Nacho Solana 19, Mi pequeña empresa de Celia Agüero 13 y Maestros de oficio de Marta Solano 17.
Asimismo, el catálogo 2021 recibió siete premios: Putos mentirosos , Cuando las cigarras callan , Lo que podría haber pasado cuando no pasó nada y Mi pequeña empresa de Celia Agüero uno cada uno; y Maestros de oficio tres.