Sectores de UP se conjuran para pasar página de las tensiones surgidas por Andalucía y preservar la estabilidad estatal

Sectores de Unidas Podemos enfatizan la necesidad de pasar página y calmar las aguas en el espacio tras las tensiones suscitadas en la coalición de izquierda en Andalucía, dado que la estabilidad entre las formaciones aliadas debe primar.

De esta forma, descartan que los problemas para sellar la candidatura andaluza tenga impacto en los ámbitos estatales, ya sea en el grupo parlamentario en el Congreso o en el Ejecutivo, y piden mesura y reflexión para encarar las futuras elecciones de 2023, con vistas a proteger el frente amplio de disputas partidistas.

La imagen de unidad mostrada en la presentación oficial de la candidatura andaluza, con representantes de Podemos, IU, Más País, Alianza Verde, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz, ha contribuido a frenar el ruido en torno a la convulso registro de la marca y pacificar el choque entre Podemos e IU del pasado lunes en torno a la forma de vehicular el acuerdo político alcanzado.

Fuentes de los agentes implicados recalcan que ayer las conversaciones tornaron en una actitud más positiva y se centran en las fórmulas técnicas para resolver la parcela del reparto de los recursos económicos, una vez que la formación morada no está formalmente inscrita entre los miembros de la coalición. Por tanto, este asunto tiene visos de solucionarse y la actitud es centrarse ya en campaña.

TOCA RESPONSABILIDAD

No obstante, dentro de Unidas Podemos reconocen tristeza y desazón por las tensiones suscitadas entre Podemos e IU en la gestión de esta coalición andaluza, a la vez que admiten que en estas negociaciones influyó la clave nacional, con vistas al papel a tener en la conformación de un frente amplio, bajo el liderazgo de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

Y es que varias fuentes del espacio confederal no esconden que estas negociaciones han generado heridas y que, descartado el riesgo de ruptura, toca el momento de la «responsabilidad», la «unidad», de «arrimar el hombro juntos» y «recoser» las relaciones.

En este sentido, apuntan que el objetivo es pasar página y que los roces de Andalucía no tengan correlato estatal. En ese sentido, descartan que afecte a la actividad del grupo parlamentario o del Ejecutivo, donde ya hay una larga colaboración que no se ve afectada por este problema entre direcciones.

ACABAR CON LAS VERSIONES MANIQUEAS O VICTIMISTAS

También recalcan que todas las formaciones tienen que asumir que los tiempos marcan intentar la reagrupación de la izquierda donde sea posible, sobre todo ante la alternativa de un Gobierno de PP y Vox. Por tanto, advierten de que las direcciones de los distintos partidos tienen que reflexionar y decidir si siguen ancladas en las dinámicas del «pasado», o se abren al «futuro», donde enmarcan la plataforma de Díaz que además se abre a la sociedad civil.

De todas formas, las fuentes consultadas recelan de versiones «maniqueas» o «victimistas» en este choque entre Podemos e IU, que los argumentos de todas las partes son entendibles y que toca aprender de cara al nuevo ciclo electoral, donde hay que dejar recelos y conciliar sensibilidades para que todas las patas de Unidas Podemos se sientan cómodas.

Máxime cuando ven claro que habrá otros intentos de frente amplio, donde se buscará sumar a otras fuerzas ajenas, y cuando la propia vicepresidenta se decanta por abrir su proyecto a la sociedad civil, que conlleva la posibilidad de figuras independientes cobren peso.

Otras voces normalizan lo ocurrido y que las tensiones en ocasiones surgen entre fuerzas que, aunque componen un espacio, son diferentes y defienden, en determinadas ocasiones, sus intereses propios. Sin embargo, eso no es incompatible con defender un programa común y aseveran que la actividad cotidiana se abstrae de estos problemas, más radicado en las direcciones políticas.

También hay integrantes de la confluencia que apuntan que no ayudaron a la distensión entre los partidos las declaraciones del exvicepresidente, quien dijo que lo ocurrido en Andalucía era un «horror» y suponía empezar de la «peor manera posible» el proyecto de frente amplio que impulsaba Yolanda Díaz.

LA OPCIÓN DE LAS PRIMARIAS CONJUNTAS ES COMPLEJA

A su vez, desgranan que para el futuro habría que valorar la opción de unas primarias conjuntas entre los partidos, pero que esa cuestión entraña complejidad ante la asimetría de modelos, dado que IU tiene un esquema volcado en la militancia y el sufragio presencial, frente al sistema de Podemos que prima la vía telemática y con un censo más laxo con muchos inscritos que no forman parte de este partido.

Por otro lado, también hay partidarios de la opción de acordar una estrategia común de Podemos e IU de cara a negociaciones autonómicas para 2023, en vez de caer en casuísticas propias de cada territorio.

En este sentido, ven una posibilidad a explorar de cara a preservar la estabilidad y enfocar con una sola voz las conversaciones con otros partidos no vinculados a la órbita de Unidas Podemos, una dinámica que echaron en falta en el caso andaluz, donde aprecian una pinza de IU y Más País ante Podemos. Y es que alertan de entrar en una deriva de debilitar a la formación morada, algo que mermaría el futuro frente amplio.

Y es que en Podemos no gustó el desenlace de una coalición tras unas negociaciones, donde cedieron el liderazgo de la candidatura a favor de IU, en la figura de Inmaculada Nieto. Sin embargo, en el lado contrario recalcan que Podemos apuró al máximo y que se les ofreció un acuerdo ventajoso con la mayoría del grupo parlamentario en favor de los morados.

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