Se presentan los cinco microespacios que pondrán en valor lugares degradados de Santander
Los cinco proyectos ganadores para crear otros cinco microespacios en espacios degradados de Santander se han presentado hoy públicamente a cargo de sus artífices, arquitectos, que se han presentado a la cuarta edición de Concurso de Ideas para la ordenación de espacios públicos urbanos de pequeña dimensión.
El jurado del concurso, al que se han presentado más de 60 proyectos, lo han formado cuatro arquitectos locales, incluido el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria (COACAN) y un arquitecto municipal, a los que se unió Fuensanta Nieto como arquitecta de reconocido prestigio, además de la alcaldesa de Santander como presidenta del mismo y el concejal de Urbanismo, Javier Ceruti.
Estos dos últimos ha presidido hoy la presentación de los proyectos, que se ha celebrado en el Ayuntamiento, destacando que permitirán «sacar partido» a espacios ahora infrautilizados y que luego serán frecuentados, con el objetivo último de la mejorar la calidad de vida de los vecinos, según la dicho la alcaldesa. Un objetivo en que ha coincidido Ceruti, que además ha asegurado la continuidad en el tiempo de este proyecto.
Lo ha hecho tras la petición realizada por el decano del COACAN, Moisés Castro, de «regularidad» en las convocatorias del certamen, con el fin de que estos proyectos sirvan para «coser» la ciudad. Además, ha puesto en valor que la regeneración urbana empiece por los espacios más degradados.
En la calle Antonio de Cabezón, en el ámbito que ahora mismo contiene el patio delantero más bajo de las llamadas Escuelas Verdes, se ha elegido el proyecto Jardín Escénico , del que se ha valorado el óptimo remate que se propone para el eje perspectivo que asciende desde las escaleras de la calle San Antón, con el acierto en la ubicación del elemento circular que configura la plaza en dicho eje. Los autores de esta propuesta son los arquitectos Cristina Martín de Juan y Galo Toribio Perales.
Han explicado que la intención es que haya una relación entre la plataforma y los descansillos de las escaleras, de modo que la grada se convierta en zona de descanso con un área ajardinada que dará «identidad» al espacio.
En las traseras al norte del paseo de General Dávila, a la altura del número 228, se desarrollará el proyecto ¡Juega! , del que se ha valorado su frescura en la consecución de mayores espacios deportivos gracias a la estrategia de trasladar la zona de tiro de la bolera al arranque de una pasarela que avanza hacia el norte del ámbito buscando las vistas sobre la zona Norte de Santander al asomarse hacia la avenida de los Castros.
Los autores de esta propuesta, que se distingue por el color, son los arquitectos Lucas Peraita Dorado y Javier Torrado González, que pretenden combinar distintos usos deportivos en el espacio (como baloncesto o fútbol sala) para que se reúnan en él distintas generaciones.
El tercer microespacio, ubicado en la Bajada del Caleruco, será desarrollado a través del proyecto Simbiosis . Se trata de una actuación en la que se ha valorado el acertado tratamiento de la topografía, con una solución limpia e integradora de los espacios estanciales, del recorrido y de la parada de autobús, que se resuelve de forma exquisita aprovechando la nueva topografía creada.
Los autores de esta propuesta son los arquitectos Cristina Martín de Juan y Galo Toribio Perales, que pretenden mejorar el recorrido del tráfico y de los peatones, ahora poco fluido han dicho, mediante una plaza con tres niveles y un jardín vertical, para lo que se desplazará la parada del autobús y el paso de peatones.
A la altura del número 73 de la avenida del Cardenal Herrera Oria, se ejecutará Juego de Paso , del que se ha valorado su sobresaliente tratamiento paisajístico así como su demostrado conocimiento del entorno y del lugar, y su habilidad para convertir la propuesta en una «puerta de acceso» entre la Albericia y Cazoña desde su extremo oeste.
Los autores de esta propuesta son la paisajista Matha Wall, el arquitecto Alberto García Ahijado y los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos José Luis Rodríguez Delgado y Marcos Jayo Ruiz, que consideran que esta iniciativa puede servir de proyecto piloto para otros muchos espacios.
Finalmente, en el barrio Fumoril de Cueto se llevará a cabo la propuesta KINTSUG1 de la que se valora la aplicación al lugar de ese kintsugi, una técnica centenaria japonesa que consiste en reparar las piezas de cerámica rotas marcando las juntas con un barniz espolvoreado con oro, que ha acabado convirtiéndose en una filosofía de vida que escenifica el saber recuperarse mostrando y sobrellevando las cicatrices.
Los autores de esta propuesta son los arquitectos David Ceballos Rodríguez, Borja Lomas Rodríguez y Carlos Gómez Santos, que realizarán una intervención «mínima y muy sencilla» basada en construir nuevos muros que definan el espacio; en el agua, con un nuevo canal; y la rehabilitación «de acupuntura» del lavadero. Se generará así una nueva plaza sin acceso a vehículos, en la que los protagonistas serán los vecinos.