SATSE denuncia que el problema de las agresiones a los sanitarios tiene su origen en los insuficientes recursos del SNS
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que el problema de las agresiones a los sanitarios tiene su origen en los insuficientes recursos humanos y materiales del Sistema Nacional de Salud (SNS), tras lo que ha denunciado que las administraciones «no van a la raíz» de este problema «grave y recurrente».
La organización sindical ha recordado que esta «lamentable realidad» forma parte del día a día del personal sanitario, y que los últimos casos denunciados por SATSE, que han motivado protestas en Castilla y León, Cataluña, Andalucía o Galicia, son un «ejemplo más de que la insatisfacción» de las personas por el funcionamiento de la sanidad se plasma en actitudes violentas y ofensivas.
«Si el presupuesto público destinado a Sanidad se recorta durante años y luego apenas sube, los problemas se multiplican y crece un ambiente propicio para la insatisfacción y el malestar entre pacientes y familiares que, cuando estalla, lo hace, lamentablemente, contra la persona que se tiene más cerca y a la que se tiende a responsabilizar de algo que, no solo no es culpa suya, sino que lo sufre también», ha apuntado el sindicato.
En ese sentido, ha explicado que entre las situaciones que elevan el malestar del paciente y sus familiares son las esperas prolongadas para ser atendidos, las estancias en pasillos y camillas, y la suspensión de intervenciones quirúrgicas programadas, todo ello fruto de una «precariedad persistente».
Esta situación se une a otras causas como la falta de reconocimiento de los profesionales como autoridad, el desconocimiento de las actividades y circuitos que deben llevar a cabo los distintos profesionales y el estado de cierta crispación social imperante, razón por la que SATSE ha aseverado que «la agresión nunca es la solución», insistiendo en la necesidad de disponer de centros sanitarios y sociosanitarios con suficientes profesionales para que cualquier persona vea satisfechas sus necesidades de atención y cuidados en un tiempo razonable.
Aunque SATSE ha reconocido que el problema «no es sencillo» y que requiere de diversas intervenciones en distintos ámbitos, ha reiterado que tanto el Gobierno como las consejerías de Sanidad, así como las empresas privadas, se limitan a implementar «medidas paliativas» y de atención a las víctimas que son «remiendos parciales e insuficientes».
Según el último informe del Ministerio de Sanidad, en 2024 se registraron un total de 16.558 agresiones a profesionales sanitarios, una «cifra récord»; un 78 por ciento fueron dirigidas a mujeres y cerca del 27 por ciento tuvieron como víctima a una enfermera, tras lo que SATSE ha recordado que muchas de las agresiones no son finalmente denunciadas.
«Tolerancia cero, siempre y ante cualquier situación, no debemos asumir las agresiones como inherentes a nuestro trabajo», ha señalado SATSE, incidiendo en la importancia de que ningún acto violento quede invisibilizado.
El sindicato ha recordado que un 80 por ciento de las enfermeras ha asegurado haber sufrido uno o varios casos de agresiones verbales (amenazas, insultos, descalificaciones) o físicas (empujones, golpes, puñetazos), y ha insistido en que las enfermeras son un colectivo «especialmente afectado por este grave problema», principalmente por su «estrecha relación» con los pacientes y sus familiares, tanto en los centros sanitarios como en el domicilio del paciente.