SATSE defiende que los enfermeros son «la clave» para aplicar en las aulas la Ley contra la Violencia a la Infancia
El Sindicato de Enfermería (SATSE) ha subrayado que la presencia de un enfermero en todos los centros educativos garantizaría el «eficaz cumplimiento» de la nueva Ley contra la Violencia a la Infancia, ya que, «además de realizar una labor de detección precoz y asistencia a los niños o jóvenes afectados, podría colaborar en la educación y formación de todo el alumnado para evitar futuros casos».
A través de un comunicado, la organización sindical valora «positivamente» que España cuente con una norma estatal que pretenda luchar de manera integral contra todo tipo de violencia ejercida hacia los niños y adolescentes en ámbitos como el familiar o el educativo, principalmente, y confía en que todas las actuaciones y medidas contempladas «se hagan realidad en el menor tiempo posible».
En este sentido, y en lo que respecta al ámbito educativo, SATSE coincide con la norma en que se debe propiciar en todos los centros educativos una educación y formación que incluya aspectos tan importantes como el respeto a la dignidad y los derechos de todas las personas, la igualdad de género, la diversidad familiar o la educación alimentaria y nutricional y la de carácter afectivo sexual.
Por ello, la organización sindical incide en que «el enfermero escolar, por cualificación y competencias, podría colaborar con la dirección del centro y el equipo docente en la puesta en marcha y realización de distintas actividades formativas (charlas, talleres, seminarios) que incidan en todas las cuestiones que pueden evitar a futuro situaciones de abuso, maltrato, acoso escolar, ciberacoso, acoso sexual u otras formas de violencia».
«De igual manera, el enfermero escolar podría colaborar de manera directa con la persona que sea designada como Coordinador de bienestar y protección , para realizar algunas de la funciones que la Ley le encomienda, como promover planes de formación sobre prevención, detección precoz y protección de los niños y adolescentes, dirigidos tanto al personal que trabaja en los centros como al alumnado, promover medidas que aseguren el máximo bienestar al alumnado, informar al personal del centro sobre los protocolos en materia de prevención y protección existentes y comunicar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cualquier situación que lo requiera», argumentan.