Sarkozy cree que la división de España sería un «drama» para el país y un «gran problema» para Europa
Recomienda a Feijóo aprender de las derrotas: «He aprendido sobre todo de mis fracasos»
El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha señalado que la división de España supondría un «drama» para el propio país, pero también sería un «gran problema» para Europa, que atraviesa una «fuerte» crisis.
«La crisis europea es tan fuerte, la desaparición de Occidente es tan preocupante, que no nos podemos permitir divisiones. El Brexit fue un error. La división de España sería para España un drama y para Europa un gran problema», ha sostenido este martes en entrevistas en Onda Cero y Antena 3, recogidas por Europa Press, con motivo de la publicación de su libro Los años de las luchas .
Ha indicado que «Europa necesita una España fuerte y España necesita a Europa», precisando que con esta opinión no quiere inmiscuirse en el debate político español, sino que lo dice como «amigo y admirador» del país.
Sarkozy ha expresado que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, «hace lo que cree tener que hacer». Y al ser preguntado si ve a España más desunida ahora por el debate en torno a la ley de amnistía para el procés , ha respondido que «no».
El expresidente de Francia ha sostenido que «por supuesto» que existen diferencias entre Madrid y Barcelona. «Pero Madrid necesita a Barcelona y viceversa, y Europa necesita una España fuerte», ha ahondado.
A la pregunta de si se imagina reuniéndose en Ginebra con un político de la región francesa de Córcega para hablar de amnistía o de la cesión de impuestos, en referencia al encuentro de PSOE y Junts en la ciudad suiza con un verificador internacional, Sarkozy ha afirmado que para él «Córcega es francesa» y «nunca podría aceptar» que fuera independiente.
Sobre su relación con el PP, Sarkozy ha contado que comió con su actual líder, Alberto Núñez Feijóo, hace algunos meses y ha recalcado que se siente «muy cercano» al partido.
El exmandatario ha recomendado a Feijóo que de las derrotas se aprende: «Para ganar hay que perder. Cuando perdemos es cuando logramos tener grandes éxitos a veces. He perdido muchas veces, he ganado a veces, he aprendido sobre todo de mis fracasos».
SE RECONOCE EN AYUSO
Sarkozy también ha dejado su opinión sobre varios actores de la política española. Al ser cuestionado sobre si se ve reflejado en la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, Sarkozy ha contestado que se ve identificado «en todos los combatientes» y que el recorrido político de la popular le parece «muy simpático».
También ha tenido buenas palabras para José María Aznar, su «amigo». Ha recordado que, a su juicio, en la época en la que el popular era jefe del Gobierno «ninguna decisión en Europa se tomaba sin la opinión del presidente español». «Después de Aznar ha habido pocos presidentes que hayan querido dar una gran dimensión a España», ha asegurado.
Sobre otro expresidente del Gobierno como el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, ha destacado que ambos supieron «ir más allá» de sus diferencias para trabajar juntos. «Es lo que forja a los hombres de Estado», ha indicado.
En cuanto a la Casa Real española, Sarkozy ha defendido el papel «determinante» de Juan Carlos I en la historia de España. «Admiro lo que hizo en un momento en el que España podía bascular de nuevo en una guerra civil. Juan Carlos la llevó a la democracia. No es moco de pavo en la vida de un hombre», ha subrayado.
Ha expresado, además, su admiración por el actual Jefe del Estado, Felipe VI, que cumple sus funciones «con dignidad» y mantiene alto «el espíritu» de los españoles.
Por otro lado, ha celebrado el nombramiento de la todavía vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, como nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones. «Estoy encantado de ver que un español ha tomado la dirección de una institución europea», ha apuntado.
Sobre su libro, Sarkozy ha presumido de haberlo escrito «de la primera página a la última». «Siempre he pensado que si se hace es para decir cosas. Si no hay nada que decir, mejor callarse», ha defendido.