Santander rechaza un «drama de morosidad», pero ve probable una ligera subida de impagos a finales de 2023
El consejero delegado de Santander España, Ángel Rivera, ha rechazado que vaya a producirse un «drama de morosidad» como en crisis anteriores, aunque ha reconocido la probabilidad de haya un ligero incremento de los incumplimientos crediticios en la última parte de 2023 y primer trimestre de 2024.
Así lo ha trasladado durante su intervención en las jornadas que se están desarrollando esta semana para celebrar el 45º aniversario del diario Cinco Días . En concreto, ha llamado a separar el mundo de las familias del mundo empresarial, donde el desapalancamiento en los últimos 20 años ha sido «grande», por lo que la situación de subida de tipos de interés ha cogido al sector de las empresas «mucho mejor preparado, con menos deuda que en el pasado».
En cuanto a los hogares, ha explicado que uno de los factores por los que no está aumentado la morosidad es por el ahorro acumulado durante la pandemia y que ahora se está dedicando a amortizar anticipadamente préstamos que las familias habían suscrito, especialmente los hipotecarios, de tal manera que el ritmo de cancelaciones se está duplicando.
Sin embargo, ha reconocido que los tipos van a seguir subiendo «un poco más», con 25 puntos básicos en la reunión del Banco Central Europeo (BCE) esta semana y probablemente otros 25 puntos en la siguiente, con el objetivo de reducir la inflación, que «no está controlada» y, específicamente, la subyacente. Esto llevaría los tipos al entorno del 4%, una situación en la que las familias más vulnerables «obviamente van a tener más dificultades».
De este modo, prevé que haya ligeros aumentos de los incumplimientos, aunque ha defendido que el sector bancario siempre mira esta cuestión con prudencia. «Si una cosa hemos aprendido de la crisis de 2007 es a gestionar las entidades con prudencia, ser muy anticipativos en las medidas para mitigar la morosidad», ha destacado Rivera, y ha puesto como ejemplo las medidas acordadas con el Gobierno para aliviar la carga de los deudores hipotecarios y que ahora «empiezan a coger ritmo».
Asimismo, ha afirmado que no hay por parte del Banco Central Europeo (BCE) ninguna limitación al reparto de dividendos, a pesar de ese probable incremento de la mora. En este sentido, ha señalado que los supervisores están pidiendo prudencia y que están monitorizando de forma diaria la salud de los bancos, aunque ha defendido que el sector bancario cuenta con capital suficiente para afrontar cualquier problema.
«Las indicaciones que tenemos de los reguladores es ser prudentes, pero no hay ninguna limitación al pago de dividendos porque yo creo que las entidades financieras españolas van a dar buenos resultados este año», ha afirmado.
CRECIMIENTO ESTE AÑO DE ENTRE EL 1,8% Y EL 2,1%
Sobre el entorno macroeconómico de España, Rivera ha señalado que el primer semestre ha sido «bastante bueno, mejor que en la eurozona», mientras que la segunda parte del año tampoco va a ser malo, de tal manera que ha situado el crecimiento del país para 2023 entre el 1,8% y el 2,1%. Ha resaltado, no obstante, ciertos problemas estructurales de la economía española, como son el déficit y la elevada deuda pública, aunque es «positivo» para lo que queda de ejercicio.
En cuanto a la remuneración de los depósitos, ha afirmado que se está realizando «paulatinamente» y que se trata de un tema de competencia, aunque ha defendido que el sector bancario español tiene una situación de liquidez «privilegiada» y ha recordado que el sector en España «no cobró nada» por los depósitos al cliente minorista durante la época de tipos bajos o negativos, cuando el sector depositaba la liquidez en el BCE y pagaba por ella.
Además, ha puesto en valor que, por el lado de los activos, las hipotecas españolas «son de las más baratas en Europa», por delante de Francia o de Alemania, por lo que ha asegurado que el mercado en España es «hipercompetitivo» y que un cliente minorista, institucional o una empresa cuenta con productos y ofertas de valor para invertir su ahorro, como fondos de inversión, depósitos estructurados o seguros de ahorro.