Sabadell coincide con Mason Capital y dice que el precio de OPA de Grifols de hasta 12 euros es infravalorarla


El fondo Mason Capital cree que la OPA de Brookfield es el resultado de una «mala gestión corporativa» por parte de un consejo «conflictivo»

La dirección de análisis de Banco Sabadell ha coincidido con la opinión del fondo Mason Capital, titular del 2,1% de las acciones de clase A de Grifols, de que una valoración de la compañía española de entre 11 y 12 euros por acción en la oferta pública de adquisición (OPA)que el fondo Brookfield estaría preparando junto con la familia fundadora sobre la firma española supondría infravalorarla.

«Estamos de acuerdo con la opinión de Mason de que una valoración de Grifols de entre 11 y 12 euros por acción supondría infravalorar la compañía, dado que ese nivel está muy por debajo de nuestra valoración y la de consenso. Sin embargo, cualquier rumor de que dicha operación no sale adelante sería negativa a corto plazo para la cotización», han considerado los analistas de Sabadell.

Así se han pronunciado desde la entidad tras conocerse que Mason Capital, envió el viernes pasado, 8 de noviembre, una carta a los consejeros y accionistas de la compañía catalana.

En este contexto, desde el Sabadell han destacado que el hecho de que accionistas de Grifols se opongan a la OPA es una «noticia negativa» en cuanto a la posibilidad de que la operación no salga adelante.

Tal y como han resumido desde la dirección de análisis de Banco Sabadell, «Mason habría mandado una carta a la dirección de Grifols criticando su gestión y el governance , e indicando que no está de acuerdo con el proceso de venta abierto con Brookfield».

En opinión de Mason, «Grifols debería abrir un proceso abierto de venta que permitiría conseguir una mayor valoración para los accionistas, a la par que comentan que el precio de 12 euros por acción, «el rumoreado para la OPA, sería infravalorar la compañía».

Grifols, por su parte, ha declinado hacer comentarios al respecto, según han informado a Europa Press en fuentes de la compañía.

En concreto, el fondo de inversión ha comentado en la carta que la «rumoreada» transacción de Brookfield –la oferta pública de adquisición (OPA) que estaría preparando junto con la familia fundadora sobre la firma española– es el «resultado de una mala gestión corporativa por parte de un consejo de administración conflictivo con un historial de mala asignación de capital».

«Brookfield no es necesario», ha considerado Mason Capital, que recuerda que «la familia y sus directores relacionados tienen actualmente el control de facto del consejo de administración, aproximadamente, el 31% de las acciones de clase A con derecho a voto. «El 69% restante puede solucionar de forma permanente las fallas de gobernanza corporativa en Grifols y liberar un enorme valor al hacerlo», ha añadido.

También ha criticado que el consejo actual tiene un «largo historial de mala asignación de capital», pues considera «cada gran transacción –de más de 1.000 millones de euros– desde 2014 ha destruido valor para los accionistas».

POSICIONES CORTAS

«El apalancamiento neto consolidado de Grifols es, actualmente, de 5,1 veces», ha indicado Mason Capital, que explica que «el elevado apalancamiento dejó a Grifols vulnerable a un informe corto falso de enero de 2024, que se centraba en un balance supuestamente insostenible».

«Si la empresa no hubiera realizado la serie de operaciones destructoras de valor resumidas anteriormente, el apalancamiento neto sería de unas razonables 3,6 veces. Con ese prudente nivel de apalancamiento, la empresa podría haber ejecutado un programa de recompra de acciones para defenderse del informe corto o incluso evitarlo por completo. Sin embargo, la incertidumbre causada por el informe corto sigue afectando negativamente a la cotización de Grifols en la actualidad», ha añadido.

Además, a Mason Capital le preocupa que estas transacciones «ilógicas» se deban a la existencia de consejeros altamente conflictivos en el consejo de administración de la empresa», ha remarcado el fondo de inversión, que revela que los miembros más antiguos del consejo «son miembros de la familia o Tomas Daga, el asesor más cercano de la familia Grifols y socio fundador de Osborne Clarke España».

«La mala asignación de capital por parte de un consejo en conflicto es un síntoma de graves problemas de gobierno en Grifols», puesto que «tener un consejero que se beneficia de las mismas operaciones de fusiones y adquisiciones que han perjudicado materialmente a los accionistas debería preocupar a todos los inversores, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y a todos los consejeros».

MEDIDAS PARA SOLUCIONAR «PROBLEMAS» DE GOBIERNO CORPORATIVO

El consejo debería aplicar «inmediatamente» unas medidas que pasan, entre otras cuestiones, por dar acceso al consejo a Paul Herendeen como candidato designado por los accionistas minoritarios agrupados, para empezar así a «solucionar los problemas actuales de gobierno corporativo» de la firma catalana.

También dice que habría que retirar a los miembros de Osborne Clarke del Comité Independiente de Transacciones, así como revelar todos los pagos realizados durante los últimos 15 años por la compañía a Osborne Clark España, y el importe de la compensación que Tomás Daga ha recibido de Osborne Clark España atribuible a asuntos relacionados con Grifols.

Adicionalmente, ha pedido reprogramar su Capital Markets Day , pues consideran que cancelarlo sólo benefició a la familia y a Brookfield a expensas de los accionistas independientes.

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