Rusia.-Rusia coordina con el director del OIEA una visita a la central nuclear de Kursk en plena ofensiva ucraniana
Putin denuncia un intento ucraniano de atacar una central y urge al OIEA a enviar especialistas al lugar para evaluar la situación
El representante permanente de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, Mijail Uliánov, ha mantenido este jueves una reunión con el director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, para coordinar una futura visita a la central nuclear de Kursk, región escenario de una incursión terrestre de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
«Hoy se reunió con el director general del OIEA, Rafael Grossi, y discutió con él cuestiones prácticas relacionadas con su próxima visita a la central nuclear de Kursk», ha publicado la cuenta oficial de Telegram de Uliánov, donde ha añadido una fotografía del encuentro.
Ya en la víspera el propio Uliánov destacó que Grossi se había comprometido a viajar hasta la central nuclear de Kursk «la próxima semana. «Sospecho que lo más probables es que la visita se realice a principios y no a finales de la próxima semana», señaló entonces el representante ruso.
Más tarde, el propio presidente de Rusia, Vladimir Putin, se ha manifestado a este respecto y ha denunciado que Ucrania «ha intentado atacar una central nuclear esta noche», por lo que ha urgido a los representantes del OIEA a desplazarse hasta territorio ruso para conocer la situación de primera mano.
«El OIEA ha sido informado, prometen venir y enviar especialistas para evaluar la situación. Espero que al final lo hagan», ha señalado Putin en el marco de una reunión sobre cuestiones de seguridad con los principales representantes de las regiones de Kursk, Bélgorod y Brianks, ubicadas en la frontera ucraniana.
La central nuclear de Kursk se ubica en la ciudad de Kurchátov, a unos 60 kilómetros de la frontera con Ucrania, quien a comienzos de agosto inició una incursión terrestre en la región y gracias a la cual controla ya cerca de un centenar de localidades fronterizas y unos 1.250 kilómetros cuadrados de territorio ruso.
Desde el inicio de esta ofensiva ucraniana sobre territorio ruso, Moscú ha alertado en varias ocasiones del riesgo que corren la central nuclear de Kursk –y también en la de Zaporiyia, ubicada en el sur de Ucrania pero bajo control ruso desde hace más de dos años– por los ataques ucranianos.