Rusia asegura que solo 65 civiles han muerto durante la ofensiva sobre Idlib tras la advertencia de la ONU
El jefe de Operaciones del Estado Mayor de Rusia, Sergei Rudskoi, ha asegurado este lunes que solo 65 civiles han fallecido por la ofensiva que el Gobierno sirio y sus aliados, incluido el Kremlin, lanzaron en abril sobre la provincia de Idlib, último bastión opositor, después de que la ONU diera la voz de alarma por la gran cantidad de víctimas civiles y avisara sobre posibles crímenes de guerra.
«En los últimos cuatro meses, los ataques con morteros y artillería perpetrados por los terroristas desde la zona de distensión de Idlib han costado la vida a 110 militares sirios y a 65 civiles», ha dicho Rudskoi, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias rusa Sputnik.
Rudskoi ha precisado que, en las zonas controladas por Estados Unidos y sus aliados a lo largo del río Éufrates se han producido más de 300 «ataques terroristas» entre el 1 de junio y el 29 de julio, con un saldo de 205 muertos y 154 heridos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) –socios de Washington– y otros 20 civiles muertos y 16 heridos.
A este respecto, ha indicado que, «en cooperación con los colegas de Turquía, se están tomando medidas para detectar y destruir con ataques puntuales las armas de fuego, equipos, material y depósitos de municiones de los terroristas».
Además, ha asegurado que la aviación rusa, que participa en la ofensiva sobre Idlib y ha sido clave en el avance del Gobierno de Bashar al Assad, ha reducido «al mínimo» sus vuelos. «Todos los ataques son puntuales y de precisión», ha sostenido.
Rudskoi se ha referido en concreto a las afirmaciones de que «la aviación rusa supuestamente lleva a cabo ataques contra civiles e instalaciones de importancia social».
ADVERTENCIA DE LA ONU
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, informó el viernes de que al menos 103 civiles, incluidos 26 niños, han muerto por los ataques aéreos que han efectuado en los últimos diez días Al Assad y sus aliados sobre colegios, hospitales o mercados en Siria. En total, 450 civiles han perdido la vida por la ofensiva sobre Idlib, añadió.
Bachelet detalló la serie de bombardeos realizados desde el 16 de julio en Idlib y Alepo, entre los que destaca el ocurrido el pasado martes, cuando 40 civiles murieron, incluidos niños, por dos ataques aéreos contra la localidad de Maarat al Numan (Idlib), uno de los cuales alcanzó un popular mercado.
«Son objetivos civiles y parece altamente improbable, dado el persistente patrón de estos ataques, que todos hayan sido alcanzados por accidente», dijo la jefa de Derechos Humanos de la ONU en un comunicado.
Bachelet recordó a las partes en conflicto que «los ataques intencionados contra civiles son un crimen de guerra y aquellos que los ordenan o los llevan a cabo son penalmente responsables».
