Rusia asegura que «no está en contra» de volver a intercambiar embajadores con Ucrania
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha asegurado este lunes que Rusia «no está en contra» de volver a intercambiar embajadores a Ucrania.
«Ucrania retiró a su embajador (de Rusia) y amenazó con romper las relaciones diplomáticas. Sin embargo, ahora que se ha mencionado que es probable que (el presidente ucraniano, Volodimir) Zelenski decida volver a tener embajadores. Nosotros no estaremos en contra», ha indicado Lavrov en una entrevista con el diario Rossiyskaya Gazeta recogida por la agencia de noticias estatal rusa, RIA Novosti.
Asimismo, Lavrov ha apuntado que el mantenimiento del conflicto en el este de Ucrania responde a los intereses de Estados Unidos.
«Parece que el mantenimiento de este conflicto en una fase controlada responde a los intereses geopolíticos de Estados Unidos en el espacio postsoviético», ha explicado.
Asimismo, Lavrov ha asegurado que Moscú sabe que, en la cumbre del Cuarteto de Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania) en París el pasado 9 de diciembre, Kiev rechazó la retirada de las tropas de toda la línea de separación en Donbás siguiendo las instrucciones de Washington, que «no quiere que se cumplan los Acuerdos de Minsk, ni que la línea de contacto sea segura de ambos lados».
El Cuarteto de Normandía y el Grupo de Contacto Trilateral (Rusia, Ucrania y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa u OSCE) son las principales plataformas de consultas que buscan resolver el conflicto entre el Gobierno ucraniano y las milicias de Donbás.
Desde abril de 2014, Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio –Donbás– donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia, cuyo balance la ONU estima en unos 13.000 muertos.
