Rusesabagina, el héroe de Hotel Ruanda , confirma que le llevaron engañado a Kigali
Paul Rusesabagina, mundialmente conocido por la película Hotel Ruanda , que cuenta cómo salvó a más de 1.000 personas durante el genocidio, ha confirmado que fue trasladado engañado desde Dubai hasta Kigali, donde se encuentra detenido desde el 31 de agosto y ha sido acusado de delitos de terrorismo.
En una entrevista concedida al New York Times en presencia de funcionarios gubernamentales y sus abogados, el antiguo gerente del hotel Mille Collines ha indicado que cuando se subió a bordo de un avión privado el pasado 29 de agosto en Dubai creía que iba a Burundi para hablar en iglesias a invitación de un pastor local.
Sin embargo, cuando descendió del avión, se vio rodeado de soldados ruandeses y se dio cuenta de que estaba en su país, que no pisaba desde hacía 16 años. «Imagine cómo se sentiría si se diera cuenta de que no está donde debería estar», le ha contado al periodista.
Rusesabagina ha podido dar pocos detalles sobre dónde estuvo desde su arresto hasta que las autoridades anunciaron su arresto y le mostraron en público el 31 de agosto. «Me llevaron a alguna parte, no sé dónde. Estaba atado y no podía ver nada», ha precisado, asegurando que posteriormente el trato ha sido mejor.
Este jueves, un tribunal de distrito de Kigali desestimó la petición de libertad condicional presentada por Rusesabagina, argumentando que en su contra pesan graves delitos por terrorismo. Los cargos que se le imputan están relacionados con el brazo armado del Movimiento Ruandés para el Cambio Democrático (MRDC), del que es líder.
Entre los cargos presentados en su contra este lunes figuran crear y formar parte de un grupo armado irregular, financiación de terrorismo, actividades terroristas para fines políticos, conspiración para cometer actividades terroristas y ordenar actos de terrorismo.
Rusesabagina es mundialmente conocido después de que su historia quedara recogida en la película Hotel Ruanda . Como gerente en funciones del hotel Mille Collines, en Kigali, consiguió proteger dentro del establecimiento a más de 1.200 tutsis y hutus moderados durante el genocidio de 1994 aprovechando sus contactos.