Rodríguez toma posesión como presidente de La Palma y promete «romper el pesimismo» y lograr una «isla de oportunidades»
SANTA CRUZ DE LA PALMA, 27
El nuevo presidente del Cabildo de La Palma, Sergio Rodríguez (CC), ha tomado posesión este martes con la promesa de «romper el pesimismo» que ha inundado la isla tras el paso del volcán y llegar a lograr una «isla de oportunidades» para sus vecinos.
El nuevo presidente asume «el compromiso de situar el interés general por encima de cualquier otra causa», aunque ha advertido que «se abre un cuatrienio marcado por las dificultades y los retos, pero también, y eso es lo relevante, por la ilusión y la firme voluntad de superarlos».
Rodríguez aseguró en su discurso de investidura que tanto él como su grupo de gobierno trabajarán para «romper el pesimismo y la estadística y hacer de La Palma una isla de oportunidades» y apeló para ello a la colaboración de todos los consejeros y consejeras y de los trabajadores de la institución. «Estos objetivos deben ser de todos», afirmó.
«El fortalecimiento de nuestro sector primario, con la necesaria transformación que lo haga más eficiente y competitivo, acorde a nuestras singularidades y con capacidad de respuesta a las actuales y futuras demandas de mercado y el complemento de un sector turístico adecuado a sus especificidades y respetuoso con el patrimonio natural, histórico y cultural, como valores esenciales, son el potencial básico de un modelo único y excepcional», incidió.
El nuevo presidente abogó por reducir «la enorme complejidad administrativa», por «pactos sensatos y acuerdos sólidos» para los afectados por el volcán y que «todas las alternativas pierdan el carácter de provisionalidad; para que, en la socialización del daño, las compensaciones cubran la totalidad de lo perdido».
«La reconstrucción no puede ser la mera recuperación del pasado porque corremos el riesgo de repetir sus errores y carencias. Por eso podemos y debemos trabajar juntos con lealtad a nuestros cargos y con fidelidad a nuestra tierra, pensando en que una isla mejor es, no solo posible, sino necesaria», concluyó.