Robles protesta a la OTAN por excluir industria española y amenaza con bloquear plan de producción si no rectifica
BRUSELAS, 15
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha expresado este jueves su protesta a la OTAN por excluir a la industria española de la reunión con representantes del sector para tratar el aumento de la producción armamentística, llegando a amenazar con bloquear la aprobación del plan de acción para la producción de Defensa, que ratificarán los líderes aliados en la cumbre de Vilna de julio.
En declaraciones desde la sede de la OTAN en Bruselas, donde se reúnen los ministros de Defensa aliados, Robles ha defendido el plantón a la reunión en respuesta a la exclusión de las empresas españolas. «Es evidente que España tiene que estar, alguna empresa española debe estar representada porque la industria de defensa española es muy buena, crea mucha innovación y tecnología y muchos puestos de empleo», ha subrayado, quien ha mantenido una reunión con Jens Stoltenberg para transmitir su queja.
Por todo ello, la ministra ha redoblado el pulso en el seno de la Alianza y ha asegurado que España va a «vetar» el plan de acción de producción de Defensa de la OTAN «hasta que no se reconsidere» la presencia de armerías españolas.
«Entendemos que tiene que seguir elaborándose y no puede darse por aprobado hasta que sea más preciso», ha asegurado sobre el plan con el que la OTAN espera elevar la producción de armamento para hacer frente a la merma de sus arsenales con la guerra en Ucrania.
«La posición de España es clara, cualquier cosa que se realice en la OTAN sobre industria de Defensa tiene que contar con España», ha afirmado, amenazando con bloquear la adopción de la iniciativa.
En todo caso, la cita de este jueves en Bruselas es «una primera reunión de contacto» entre representantes públicos y de la industria de Defensa «para ver cual es el futuro de la posición de la industria», ha defendido Robles que ha indicado que de momento la ausencia de España no tiene implicaciones porque la reunión es de carácter informal y por lo tanto de ella no saldrá «ninguna planificación, ni actuación», aunque a ojos de Madrid supone un precedente que considera un mal punto de partida.