Robles pide no tener «complejos» para reivindicar a las Fuerzas Armadas como defensoras del orden constitucional

Defiende la inversión en armamento y asegura que «no tiene impacto negativo» en otros gastos ni afecta a los objetivos de déficit

MADRID, 27

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha pedido este miércoles respetar las políticas de su Departamento como un asunto de Estado y no tener «complejos» a la hora de reivindicar a las Fuerzas Armadas como «garantes de los valores democráticos, las libertades y el sistema constitucional».

En su última comparecencia ante la Comisión de Defensa antes de la disolución de las Cortes Generales, la ministra ha insistido en reclamar que la política de defensa sea una política de Estado, como ya hiciera en su primera intervención parlamentaria tras acceder al cargo, y no debe ser utilizada de manera «partidista». «Eso he pretendido», ha asegurado.

En este sentido, ha subrayado la importancia de unir a las Fuerzas Armadas con la sociedad civil y ahondar en la difusión de los valores que promueven. Para ello, ha defendido la «exaltación» de las Fuerzas Armadas como «garantes de los valores democráticos, libertades y sistema constitucional». «No hay que tener ningún tipo de complejo», ha animado.

Robles ha comenzado su intervención recordando la actuación «decidida y valiente» de los militares españoles desplazados en Malí que este fin de semana abortaron un ataque terrorista y ha hecho extensivo este reconocimiento a todos los militares que participan en operaciones internacionales desde las que defienden «la paz y la seguridad en el mundo».

PROGRAMAS DE ARMAMENTO

En un repaso a las políticas impulsadas durante sus nueve meses al frente del Ministerio, ha defendido la inversión aprobada en planes de armamento. Según ha subrayado, se trata de actuaciones «imprescindibles» para la modernización de las Fuerzas Armadas que además «no tiene impacto negativo sobre otras políticas de gasto» ni influyen en el déficit acordado por España con la Unión Europea.

En este marco, ha detallado seis de estos programas – los submarinos S80, los helicópteros NH90, la modernización de los helicópteros Chinook, las fragatas F110, la actualización de los Eurofighter y los vehículos 8×8–, que tendrán un coste de 11.374 en los próximos doce años. Según ha explicado, se han «encajado» en el margen financiero del Presupuesto de Defensa «con previsión de un incremento moderado».

Además, se ha mostrado convencida de que tendrán continuidad en los próximos años «sea cual sea el destino» de la próxima legislatura tras las elecciones generales del 28 de abril, teniendo en cuenta de que son «absolutamente imprescindibles para unas Fuerzas Armadas modernas y defender la soberanía de España frente a terceros».

UNA PROFESIÓN «ATRACTIVA»

La ministra también ha dedicado una parte de su intervención a las políticas de personal y ha asegurado que la conciliación «ha sido una prioridad» para su Departamento, como medida además para acercar las Fuerzas Armadas a la ciudadanía y hacerlas más atractivas como opción de empleo para los jóvenes.

También ha explicado que el protocolo de protección frente al acoso se encuentra en proceso de revisión después de tres años de funcionamiento y ha detallado que una de las medidas estará destinada a «reforzar» el anonimato de las denunciantes.

En cuanto a los militares temporales de tropa y marinería y los de complemento que deben abandonar la carrera militar al cumplir los 45 años, ha recordado la próxima constitución de una comisión interministerial para seguir el desarrollo de las medidas propuestas por el Congreso para mejorar su reinserción en el mercado laboral civil.

Por su parte, todos los portavoces de los grupos parlamentarios han reprochado a la ministra que no haya mejorado las retribuciones de los militares, que están en estudio desde la época de su antecesora, María Dolores de Cospedal.

La ministra ha mostrado su esperanza de que los sueldos en las Fuerzas Armadas ser mejorados en los próximos años porque son una «prioridad» para ella y su equipo, pero se ha negado a «vender humo» porque «en este momento no puede ser».