Robles destaca el papel de las militares en las misiones de paz para empoderar a mujeres de países en conflicto
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha participado este miércoles en el panel «Mujeres, Paz y Seguridad», dentro Global Forum-Women Leaders power», celebrado en Reikiavik (Islandia), donde ha defendido el papel de las militares en las misiones de paz, por su contribución al empoderamiento de las mujeres de los países en guerra.
Robles ha compartido la experiencia española, con varias misiones de paz en todo el mundo, y con una participación importante de mujeres militares.
«Nos hemos dado cuenta de que es muy importante incrementar el número de mujeres en las Fuerzas Armadas. Si incrementamos el número de mujeres en las Fuerzas Armadas, cuando estas militares trabajan en estos países donde hay guerra, siempre es más fácil para las mujeres víctimas de los conflictos», ha expuesto la ministra de Defensa durante su intervención.
Robles ha comentado que la presencia de uniformadas hace que las mujeres locales «se sientan más seguras» y ha defendido que, de esta forma, se les da protección y, al mismo tiempo, se las empodera.
La ministra de Defensa ha resaltado que las militares, con su trabajo en las misiones de paz, enseñan a las mujeres y a las niñas a defender sus derechos, su país y a tener iniciativa.
Robles también ha recalcado que las mujeres en posiciones de poder deben ser «muy radicales para pedir soluciones» y «no estar relajadas». «Tenemos que ser siempre guerreras», ha añadido en su intervención.
Ha señalado que España trabaja en la implementación de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aunque ha reconocido que «es muy difícil» aplicarla.
«Cuando voy a reuniones importantes, en la ONU, en la OTAN, en la UE, somos conscientes de que tenemos que implementar esta resolución, pero no sé por qué siempre paramos. Decimos que es muy importante, pero no sé por qué, paramos», ha admitido la ministra.
También ha lamentado que las mujeres se conviertan en víctimas del «arma terrible» que son las agresiones sexuales en las guerras.