Ricardo Lagos aboga por resolver asuntos sociales «ahora» y redactar una Constitución con «mirada hacia adelante»
El expresidente chileno insta a Boric a aprovechar un posible giro de la hegemonía geopolítica hacia las naciones del Pacífico
Acusa a Putin de haber cometido un «error de cálculo» y llama a un cese de hostilidades para romper con el «empate» de la guerra
El expresidente de Chile Ricardo Lagos (2000-2006) ha incidido en la necesidad de que el gobierno del presidente Gabriel Boric se centre en resolver las demandas sociales «ahora» mientras se trabaja en una nueva Constitución que tenga «una mirada hacia adelante».
El exmandatario chileno, de visita en España en el marco de una serie de actos organizados por el Club de Madrid, ha concedido una entrevista a Europa Press en la que ha abordado cuestiones de la política interior de la nación sudamericana, pasando desde el fallido proceso constituyente y las tensiones indígenas en la región de La Araucanía, hasta la guerra en Ucrania y el «error de cálculo» del presidente ruso, Vladimir Putin.
Para Lagos, el inicio del mandato del presidente Boric ha sido «complejo» y fuertemente marcado por la pandemia de coronavirus, que provocó en hasta dos ocasiones el retraso de la elección de la Asamblea Constituyente, provocando una demora de hasta 240 días en el proceso plebiscitario.
«Si se hubiera podido hacer (el referéndum) en la fecha adecuada, habría sido muy distinto, porque habría terminado la discusión constitucional dentro del periodo de presidente (Sebastián) Piñera. No tendríamos un nuevo gobierno que tiene además que lidiar con hace runa nueva Constitución», ha dicho Lagos.
La población chilena acudió a las urnas el pasado 4 de septiembre para mostrar su apoyo, o no, a la propuesta de la nueva Carta Magna, venciendo finalmente la opción del rechazo con más de un 60 por ciento de los votos. Tras esto, el presidente Boric ha delegado en el poder Legislativo –Senado y Cámara de Diputados– el encargo de iniciar un nuevo proceso.
«Boric ha hecho bien en decirle a los presidentes de la Cámara de Diputados y Senado, que son el poder que hay para poder cambiar la Constitución: Encárguense ustedes de redactar una nueva Constitución, y yo me tengo que encargar ahora (…) de resolver los problemas de Chile de todos los días «, ha defendido el exmandatario.
Según Lagos, el líder chileno debe enfocarse ahora en abordar asuntos sociales y económicos, como el encarecimiento del coste de vida, las pensiones «insuficientes» o garantizar el acceso a la Educación de toda la población. «Estos son temas propios de un Gobierno que tiene que resolver hoy, otros son problemas de un Parlamento», ha remarcado.
Sin embargo, considera que Boric no se desentenderá del proceso constitucional pues, como jefe de Estado, se involucrará para que no ocurra como con la Constitución frustrada y atienda a las demandas de la mayoría de los ciudadanos, beneficiándose para ello de acuerdos con los diferentes sectores políticos.
De cara a formular una nueva propuesta, un aspecto en el que, en principio, coinciden los diferentes sectores políticos presentes en el Parlamento chileno, Lagos considera que lo correcto sería rescatar de la Constitución fallida aquellos aspectos más beneficiosos, así como respetar algunos otros de la actual Carta Magna.
LA ARAUCANÍA Y FUTURO GEOPOLÍTICO
Incidiendo en la coyuntura política y social de Chile, Lagos ha resaltado la situación que se vive en la región de La Araucanía, en la que habita gran parte de la población de indígenas mapuche del país y donde rige un estado de excepción desde hace meses que el propio Boric prometió suprimir si llegaba a la Presidencia.
El expresidente ha relatado que la principal demanda de la población de la zona pasa por el restablecimiento del orden público y el buen funcionamiento de las instituciones. De hecho, considera que el gran porcentaje de rechazo a la Constitución, superior a la media nacional, es fruto de ese descontento con los órganos del Estado.
La Araucanía es escenario de «prácticas violentas», como el robo de maderas y la quema de propiedades, todo ello bajo el pretexto de que estas tierras pertenecieron en su origen a la población mapuche, si bien Lagos considera que esta «no es la forma civilizada de hacer justicia».
Del mismo modo, ha lamentado el aumento de las cifras de homicidios, una situación que es aún más grave teniendo en cuenta que no son crímenes cometidos con armas blancas o pistolas, los cuales no considera tampoco cosa menor, sino que en La Araucanía se hace uso de «armas de guerra».
Por otro lado, el expresidente ha incidido en el futuro de la geopolítica que, dice, se orienta cada vez más hacia la hegemonía de los países del océano Pacífico, con China e India como principales actores.
En este punto, Lagos no ha pasado por alto que Chile cuenta con más de 5.000 kilómetros de costa frente a dichas aguas, un factor que deben tener en cuenta las autoridades del país y que el propio Boric debe aprovechar.
«Si ese va a ser el mundo del futuro (dominado por India y China), por primera vez Chile está en la primera fila de la platea. Cómo va a actuar el país para aprovechar esa gran ventaja es precisamente le desafío del presidente Boric», ha concluido.
«ERROR DE CÁLCULO» DE PUTIN
Finalmente, el expresidente Lagos ha abordado también el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que entra ya en su séptimo mes, mucho más tiempo de lo que el líder ruso consideró que le iba a ocupar, pues, dice, confiaba en su Ejército y estaba seguro de que ocurriría lo mismo que con Crimea, que Moscú se anexionó rápidamente en 2014.
«(Putin) Pensó que, en la práctica, iba a someter a Ucrania de una forma rápida y acelerada. Del gran fracaso inicial nunca se pudo reponer Putin, pues se demostró que este Ejército invencible de tres millones de soldados del que se decía que iba a darse un paseo, fracasó», ha aseverado.
Por contra, mientras Putin queda en evidencia, en el lado opuesto surge en Ucrania la figura de Volodimir Zelenski, un presidente «capaz de conducir con fuerza y decisión y de energizar a su propio pueblo», a la par que recibe el respeto de la gran mayoría de la comunidad internacional.
Lagos se ha mostrado impresionado por la «capacidad de mando» de Zelenski a nivel internacional, pues considera que no es común que el líder de un país «modesto» como Ucrania se dirija a los Parlamentos y principales cuerpos colegiados de países como Estados Unidos, gran parte de Europa y Asia.
Por último, Lagos se ha adherido a las palabras del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, sobre la necesidad de poner término a la guerra, y ha lamentado que ambos países estén «poniendo para el término de la guerra el triunfo de uno sobre el otro».
«Ojalá se pueda llegar pronto a un cese de hostilidades para desde ahí avanzar, porque lo que no es sostenible es mantener el espíritu de guerra después de más de siete meses. No es posible llegar a febrero (del año que viene) y que todavía tengamos una guerra casi empatada».
«Los que están sufriendo son estos pueblos (Rusia y Ucrania) y el resto del mundo por las consecuencias que el conflicto ha tenido en el encarecimiento de alimentos y en los productos agrícolas», ha zanjado Lagos, quien ha advertido de que esta guerra «no se resiste más».