Ribera celebra el «cambio de actitud» de la multinacional Alcoa con la planta de Cervo
LUGO, 24
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha celebrado este jueves el «cambio de actitud» de la multinacional americana Alcoa con la planta de San Cibrao (Cervo).
«Nosotros lo que estamos detectando es un cambio de actitud en Alcoa, después de dos años muy complicados de negociación difícil, donde nosotros hemos defendido siempre no solamente el gran interés que tiene España en que se siga manteniendo la producción de aluminio primario, que nos parece capital para nuestra industria nacional, y donde también hemos defendido el interés de los trabajadores», ha indicado.
Al respecto, ha señalado que ese «cambio de actitud» con respecto a la planta mariñana lo compara «con esas experiencias negativas sobre cómo gestionó Alcoa su salida de las otras dos plantas (A Coruña y Avilés) y ahora se llegó a un acuerdo que siempre es mejor que un no acuerdo, pero es capital que ese acuerdo se cumpla y se puedan garantizar todas las condiciones para que esa apertura (de las 512 cubas) se produzca en 2024 o eventualmente antes».
Teresa Ribera ha valorado que la multinacional «mantiene, ahora, una actitud activa y no está cerrada (la factoría de Cervo) y sin actividad, y las señales que da es que tiene interés en el suministro de gas y en la reactivación de la planta con la firma de acuerdos con proveedores de electricidad como puede ser Endesa».
Por ello, ha señalado que «espera que la Xunta, que es la que tiene competencias en materia industrial y que puede hacer un seguimiento del cumplimiento de las condiciones ambientales o de facilitar ese suministro eléctrico de proximidad, contribuya a poner el mismo interés que dice en público y el compromiso con los trabajadores».
En cuanto a la central hidroeléctrica «reversible» que se proyecta en O Xistral, en el municipio de O Valadouro y que no cuenta con mucho apoyo vecinal, la vicepresidenta tercera ha dicho que es preciso ver «cómo construir» ese tipo de infraestructuras.
«Nunca jamás habíamos tenido la oportunidad de poder contar con formas de energía modernas, estables, con menor impacto como las que ofrecen las renovables. Antes teníamos que inundar pueblos o valles, o teníamos que hacer una minería dolorosa. Por tanto, las renovables son la solución en las que tenemos que trabajar, incluidos esos pequeños saltos o bombeos en la parte hidráulica», ha defendido.