Reynders adelanta su excedencia y queda en el aire la mediación del CGPJ a la espera de una señal de PP y PSOE
Bruselas ve la «pelota en el campo» de PP y PSOE por lo que Jourova asumirá el relevo sólo «si las partes deciden seguir»
BRUSELAS, 15
El liberal belga Didier Reynders ha adelantado diez días el inicio de su excedencia como comisario de Justicia en Bruselas para centrarse en su campaña para hacerse con la jefatura del Consejo de Europea, lo que deja en el aire la mediación que había asumido entre el Partido Popular y el PSOE para tratar de desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Así lo ha comunicado él mismo en su cuenta oficial en la red social X sin dar más detalles sobre las razones para adelantar su salida del Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen ni aclarar quién tomará el relevo, si bien fuentes comunitarias consultadas por Europa Press indican que su cartera queda en manos de la vicepresidenta de Estado de derecho, la también liberal Vera Jourova.
Las mismas fuentes precisan, no obstante, que en lo que a la mediación ejercida por Reynders «no hay automatismos» y que «corresponde a los españoles ver si quieren continuar» con el diálogo estructurado establecido por Bruselas tras dar la propia Von der Leyen luz verde a que se instaurara este formato inédito para resolver una cuestión de política nacional.
«La pelota está en su campo», apunta otra alta fuente comunitaria consultada por Europa Press, en referencia a que son el PSOE y el PSOE quienes deben dar el siguiente paso para reactivar el diálogo en Bruselas. También aclaran que Von der Leyen ha pedido a la vicepresidenta Jourova que asuma la mediación si las partes «deciden seguir adelante».
A este respecto, la fuente subraya que la tarea asumida por Bruselas es la de mediación «pero el diálogo debe ser entre los partidos» y, por tanto, la Comisión Europea «está para ayudar, pero no lidera el proceso».
DIÁLOGO EN MADRID
Así, el político belga aparca desde este mismo lunes –y no el 25 de abril como se anunció– su tarea de comisario de Justicia para competir por la secretaría general del Consejo de Europa (un órgano ajeno a la UE pero al que las instituciones comunitarios escuchan para fijar los estándares sobre Estado de derecho). El adelanto de los compromisos con el Consejo de Europa en el marco de la campaña es lo que ha obligado a Reynders a dejar prematuramente su labor comunitaria.
En todo caso, desde la Comisión Europea ya se dejó claro que aunque Reynders dio inicialmente un plazo de dos meses a PP y PSOE para llegar un acuerdo -plazo que expiró a finales de marzo– la mediación podría continuar más allá de esa fecha e, incluso, más allá de la salida del comisario, siempre y cuando siguiera habiendo opciones y voluntad de acuerdo.
En declaraciones a la prensa a comienzos de abril, Reynders avisó a las partes de que les tocaba a ellos mostrar voluntad política de acuerdo para retomar «la discusión a tres» pero que antes «es necesario que las dos partes se hablen». «Espero que sea eso lo que esté ocurriendo en Madrid», confió el comisario, tras subrayar que seguía abierto al diálogo pese a la cancelación de la última reunión.
Reynders tenía previsto haber viajado el pasado 27 de marzo a Madrid para participar en una nueva reunión con los negociadores del PSOE y PP –el ministro de Justicia, Félix Bolaños, y el vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons, respectivamente–. Sin embargo, el comisario aplazó sin fecha el encuentro a última hora a petición de los populares y tras constatar que las partes necesitaban «tiempo».
Desde entonces, el comisario no volvió a tener más contactos con las partes y tampoco contempló tomar la iniciativa porque entendía que les corresponde a PSOE y PP dar el paso de «pedir una nueva reunión», según han indicado a Europa Press fuentes comunitarias.
En sus declaraciones, el ya comisario en excedencia insistió en que «es necesario que las partes estén de acuerdo para que se pueda avanzar» y recordó que la base del diálogo estructurado son las recomendaciones anuales sobre Estado de derecho que desde hace dos años instan a España a renovar con carácter «prioritario» el CGPJ y a emprender «inmediatamente después» la reforma del sistema de elección de los vocales.
Aunque tanto PSOE como PP subrayan su disposición y voluntad para resolver el impasse en que se encuentra el órgano de gobierno de los jueces, siguen chocando en los tiempos ya que mientras los socialistas sólo ven urgencia en la renovación –y hablan de dejar para «más adelante» la reforma del modelo–, para los populares es irrenunciable que ambas cuestiones vayan de al mano.