Revilla sale al paso de las críticas de Quiñones: «No tengo que reconducir nada»
El presidente insiste en que él «desde el principio» dijo que Quiñones había hecho «lo que tenía que hacer» y cree que «ya está aclarado» todo
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), ha salido al paso de las críticas contra él de la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones (PSOE), por no haber rectificado inmediata su error sobre la hora de la llamada sobre el registro de la Consejería de Obras Públicas, y cree que «no tiene que reconducir nada» con ella sobre este asunto porque «ya está aclarado».
A preguntas de los medios de comunicación sobre las palabras de Quiñones, Revilla ha defendido que él «desde el principio» dijo que la delegada del Gobierno había «hecho lo que tenía que hacer» y que no le había «chivateado nada».
En relación al momento en que se produjo la llamada de Quiñones, Revilla ha insistido en que, en un principio, él dijo otra hora –primero a las 7.20 y luego a las 7.30– porque «la hora no la tenía segura».
«Di una hora porque no miré el reloj, calculé por la hora en la que yo me estoy (se suele) afeitando que eran las 7.30. Pues no, eran las 7.43. Tenía razón ella, pero ya se ha aclarado», ha aseverado el presidente en declaraciones a los periodistas tras participar esta mañana el Hotel Sardinero en un acto de partido.
Preguntado acerca de si va a llamar a Quiñones, Revilla ha respondido con un «no, si la veo todos los días» y ha señalado que él «no tiene que reconducir nada» tras lo ocurrido.
Revilla ha hecho estas declaraciones después de que ayer la delegada del Gobierno, una vez conocido que la Fiscalía había archivado la denuncia por el supuesto chivatazo a Revilla, reprochara a éste que no rectificara sus declaraciones acerca de la hora de la llamada que le hizo el día que se produjeron los registros en la Consejería de Obras Públicas por la investigación de las supuestas irregularidades en el Servicio de Carreteras, que la metieron «en medio de una polémica de la que no formaba parte» y que, a su juicio, ha sido generada «intencionadamente por todas las partes».
Y es que, según dijo Quiñones, Revilla, «de haber querido», habría zanjado el asunto desde el primer día en lugar de seguir «especulando» y «cambiando su versión cada día que se hablaba». Por ello, entiende que ella tuvo «una lealtad institucional» hacia el presidente de Cantabria que, a su juicio, «no ha sido recíproca» por parte de éste.