Revilla defiende «ordenar» la construcción en suelo rústico y cree que «es bueno estar en el medio»
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, es partidario de que la nueva Ley del Suelo que se está tramitando en el Parlamento «ordene» la construcción de vivienda unifamiliar en suelo rústico y cree que «es buena cosa que estemos en el medio» de dos posturas contrarias que critican la norma: «aquellos que quieren mucho más y aquellos que dicen que no se construya nada».
Y es que, como ha expuesto este lunes en el Pleno del Parlamento, por un lado los grupos ecologistas dicen «que va a arrasar con casas por toda Cantabria» y «luego esta el PP que dice que el PRC no abre la mano y no da licencias».
Pero ha defendido el «talante negociador» que está teniendo su grupo, ya que ha aceptado 65 de las 126 enmiendas presentadas por el PP, 5 de las 28 de Ciudadanos y 5 de las 46 de Vox, además de que sigue negociando porque tiene la «esperanza» de que se apruebe «con el máximo consenso posible».
El presidente ha hecho estas afirmaciones a preguntas del PP, cuya líder, María José Sáenz de Buruaga, ha advertido hoy Revilla de que la nueva ley «nacerá muerta» si se aprueba sin el respaldo de su partido y le ha reiterado su oferta de acuerdo para «blindar» la actual regulación de la vivienda unifamiliar aislada en suelo rústico.
Ha pedido a Revilla que diga si va a seguir adelante con un proyecto que «liquida y convierte en una misión casi imposible construir vivienda unifamiliar aislada en suelo rústico» o, por el contrario, va a rectificar y a dar marcha atrás, a lo que el presidente ha respondido que «el criterio es sencillo: ordenar, no liquidar».
«Queremos proteger Cantabria y al mismo tiempo dinamizar la construcción» en ayuntamientos de zonas rurales con riesgo de despoblamiento, ha explicado.
La popular ha señalado que el proyecto de ley que el Gobierno (PRC-PSOE) ha remitido al Parlamento prohíbe construir vivienda unifamiliar en los municipios de más de 5.000 habitantes y «la restringe al máximo en todos los demás, también en los más pequeños y despoblados, hasta convertirla en una excepción».
«No añade más que prohibiciones, restricciones y todas las trabas del mundo, hasta un nuevo impuesto para penalizar la construcción», ha resumido Buruaga, añadiendo que «digan lo que digan, si este proyecto de ley se aprueba como está, construir una vivienda unifamiliar en suelo rústico va a ser una misión casi imposible en Cantabria».