Revilla confía en que Pesquera será un «buen consejero»: «Conoce mejor que nadie los retos de la sanidad»
El Parlamento le pide retomar la relación con sindicatos, apostar por las consultas presenciales o reducir las «intolerables» listas de espera
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha dado un «voto de confianza» al nuevo consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, una persona «de la casa, de Valdecilla», con un curriculum y un bagaje «importante» y que conoce «mejor que nadie qué retos» tiene la sanidad pública.
«Estoy convencido de que tenemos un buen consejero», ha sentenciado Revilla durante la comparecencia que ha ofrecido este lunes en el Parlamento a petición propia para informar del nombramiento de Pesquera –que tomó posesión el 17 de marzo– y del cese de su antecesor, el socialista Miguel Rodríguez, al que también ha defendido ante las críticas de los grupos de la oposición.
Revilla ha asegurado que Rodríguez presentó su dimisión por problemas de salud –concretamente de riñón– después de que los médicos le trasladaran que permanecer en el cargo «agudiza» su patología. «Tiene una situación de salud un poco complicada y todo el estrés de estos tres años le ha llevado a tomar esa decisión», al margen de que haya reconocido también que tenía algunas discrepancias políticas con compañeros, como con la consejera de Economía, María Sánchez.
Incluso el presidente ha recordado que han tenido «discrepancias en alguna medida», pero «jamás injerencias», porque las órdenes sanitarias durante la pandemia las ha dado la Consejería. «Jamás me he metido. Las resoluciones las ha tomado todas sin pasar por el Consejo. Lo más que he hecho alguna vez ha sido discrepar como cualquier ciudadano, pero respetarlo», ha asegurado Revilla.
Por ello, ha remarcado que Rodríguez ha recibido «muchas críticas» por haber tenido que tomar «medidas impopulares, pero necesarias» para frenar el avance del Covid-19 y siempre «en aras de preservar la salud pública», y ha hecho un «balance positivo» de su gestión, pues Cantabria ha sido una de las comunidades con menor tasa de mortalidad del virus a pesar de ser una de las que tiene una población más envejecida.
Revilla ha recordado que en la coalición actual de Gobierno, PRC-PSOE, las competencias sanitarias recaen en los socialistas y han sido éstos quienes le han trasladado el nombre del nuevo consejero que sustituye ya a Rodríguez, al que ya conocía –es «sobradamente conocido– y no encuentra «ni un pero», aunque, como con el anterior titular de Sanidad, «cuando haya algún problema voy a ser el primero en decirle: esto no me gusta».
«Estoy seguro de que está capacitado. Espero de él lo mejor», ha dicho sobre Pesquera, al que, como dijo el día de su toma de posesión, ha encomendado cuatro retos: sacar adelante la unidad de protonterapia de Valdecilla, desarrollar el Plan de Salud Mental, reforzar la Atención Primaria y reducir las listas de espera, que ha reconocido que en algunas ocasiones son «intolerables», si bien es un problema «del país», ya que Cantabria está «en la media» de España.
Unos retos con los que han coincidido todos los grupos, incluidos los de la oposición (PP, Cs y Vox), que han cuestionado que el cese del consejero haya sido por motivos de salud en lugar de por su «mala gestión», respecto a la que han pedido a Pesquera que no aplique una política «continuista» y que, en su lugar, «recupere» la relación con los sindicatos, las consultas presenciales y mejore la Atención Primaria y las listas de espera.
También han señalado que esperaban que fuera el presidente y líder socialista, Pablo Zuloaga, el que hiciera la presentación del nuevo consejero, pues la Sanidad «no va con el presidente», que «se ha desentendido por completo» durante la pandemia.
La popular María José Sáenz de Buruaga ha criticado que Revilla «se ha lavado las manos» y se ha limitado a «contradecir» a Rodríguez cuando creía que sus medidas le iban a «salpicar», pero sin intervenir ni cesarle. «La política sanitaria es otro proyecto fallido del Gobierno de Cantabria». «Puertas cerradas, ciudadanos a la intemperie y los profesionales a los pies de los caballos con su gestión, ha denunciado tras considerar que este área sufre «un fallo multiorgánico».
SENTENCIA CONTRA EXALTOS CARGOS DEL SCS
Además, ha asegurado que la situación sanitaria «ya era mala» antes del Covid y ha recordado la sentencia reciente que inhabilita a dos altos excargos del Servicio Cántabro de Salud (SCS) por prevaricación la pasada legislatura, cuando era consejera María Luisa Real. Al respecto, Revilla ha reiterado que si hubiera conocido la sentencia en el momento en el que estaba en el cargo, «la ceso fulminantemente».
«Con datos de que hay alguien que comete un presunto delito, no lo tolero, porque yo no he robado en mi vida y no voy a consentir que nadie a mi alrededor lo haga», ha sentenciado el presidente, que ha reconocido que Buruaga «no lo hizo mal, dentro de lo que pudo», cuando fue también consejera de Sanidad, salvo con Valdecilla, donde dejó «flecos que estamos pagando los demás».
También Félix Álvarez, de Cs, se ha referido a la sentencia, que certifica no solo que «la sanidad es una chapuza en manos del PSOE, sino que además ha estado salpicada de corrupción», por lo que ha apelado a las «responsabilidades que nunca paga nadie».
Asimismo, si bien ha reconocido que Cantabria es una de las comunidades con menos mortalidad por Covid, ha criticado que, por ejemplo, «en plena campaña de Navidad se tomaron las restricciones más duras de toda España» y a pesar de ello estuvo «en los primeros puestos de número de contagios». Así, ha defendido que había que «sopesar» la situación económica y cree que en su lugar «han tomado el camino más fácil». «Si por el señor Rodríguez fuera, todavía estaríamos confinados».
Por su parte, el diputado de Vox Cristóbal Palacio se ha centrado en el nuevo consejero y ha lamentado que, por sus declaraciones, parece que «no viene a implantar una nueva política sanitaria», sino una «claramente continuista» y sin «ninguna idea nueva», con el único objetivo de que «Zuloaga sea el próximo presidente de Cantabria».
Más amables han sido los diputados regionalista y socialista, Pedro Hernando y Noelia Cobo, respectivamente, que han reconocido la labor del exconsejero durante una época «tan complicada». Como Revilla, Hernando ha reconocido que han tenido posiciones diferentes a las de Rodríguez, pero que todas las decisiones las ha tomado «por motivos técnicos» e «inspiradas en proteger la salud».
«Ha sufrido lo peor de la soledad de la política, pero debe tener la seguridad de que la opinión mayoritaria es que ha trabajado, ha puesto todo su interés y empeño en que la sanidad pública saliera adelante», ha defendido el regionalista, que también ha trasladado al nuevo consejero que la situación que describe la oposición «no es verdad», pues según el Instituto Cántabro de Estadística (ICANE) el 55,6% de los cántabros están satisfechos o muy satisfechos con su sanidad.
Por último, Cobo ha apuntado que 10 consejeros han dejado en España sus cargos sin llegar al final de la pandemia y ha criticado que su compañero de partido ha tenido que soportar «una cacería», «durísimas descalificaciones, cataratas de insultos».
«Me abochorna y me asquea el regocijo de algunos grupos. Ha sufrido comentarios que transcienden el mínimo decoro exigible», ha denunciado, defendiendo que Rodríguez no ha estado en el cargo «para ser simpático», sino para «salvar vidas» y «proteger la salud», tomando decisiones «impopulares» frente a quienes «promovían el populismo».