Revilla aboga por un perdón «mutuo» entre España y México aunque recuerda que allí se practicaba «canibalismo»
Dice que le hubiera gustado que los franceses se quedaran en España «30 o 40 años» con sus ideas ilustradas y «no las de Fernando VII»
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), cree que España y México deberían pedirse perdón «mutuamente» por la cantidad de «atrocidades» que se cometieron durante el tiempo de la Conquista española en América por «ambas partes», aunque ha resaltado que la manera de vivir en el mundo azteca en aquel entonces no era «muy edificante»: «Se practicaba canibalismo», ha dicho.
«Creo que son unos momentos en los que todo el mundo intentaba conquistar a otros pueblos y naturalmente que se cometieron cantidad de atrocidades, pero también por ambas partes. Yo creo que esto pudiera haberse enfocado desde un principio pidiéndonos perdón mutuamente. Al tiempo. No uno primero y otro después», ha manifestado este viernes en declaraciones a los medios tras su reunión en Madrid con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez.
A su juicio, el debate político que surgió después de que el Papa Francisco pidiera «perdón» por los «pecados personales y sociales» que la Iglesia cometió durante la evangelización de ese país, que tuvo lugar en la conquista de América por parte de los españoles, debería haberse encauzado por otra «vía».
«Yo creo ese tema de México habría encauzarlo por la vía de decir: eran otros tiempos y todos hemos cometido errores. No éramos unos santos e íbamos allí, porque España era muy pobre, a buscar riquezas. Pero tampoco lo que había allí era un modelo de sociedades que creo que puedan ser imitadas», ha insistido.
En la misma línea, ha defendido que las conquistas traen cosas «muy malas» pero también buenas y ha asegurado que él está «encantado» de que los romanos conquistaran Cantabria y trajeran su cultura y lengua.
Así, ha recordado que lo que se debería hacer es pedir perdón «mutuamente» y partir de una realidad que es que «tenemos una historia en común, una lengua que nos une y que eso sea un factor de progreso y desarrollo», ha zanjado.