Relatores de la ONU urgen a Nigeria a «priorizar» la rehabilitación de los niños secuestrados
Relatores de Naciones Unidas han instado este miércoles a las autoridades de Nigeria a «priorizar» medidas de rehabilitación especiales para los cientos de niños secuestrados en centros educativos, eventos que les han dejado «profundamente traumatizados» tras su liberación.
«La inclusión social de estos niños requiere de la provisión de medidas a largo plazo concebidas para restaurar su bienestar físico y psicológico», han señalado los expertos, que han agregado que «sensibilizar a las familias y a las comunidades de la importancia de su reintegración es imperativo». A su juicio, esto les ayudará a construir relaciones sociales «renovadas» con su entorno y a superar el «estigma».
Los relatores de Naciones Unidas, que también han urgido a las autoridades del país africano a fortalecer la protección de aquellos menores que se encuentran en riesgo de ser raptados, han criticado la falta de una investigación «efectiva» sobre el secuestro de 344 estudiantes en una escuela de Kankara, en el estado de Katsina, en diciembre de 2020.
«Estamos preocupados sobre la falta total de transparencia y de una acción efectiva casi tres meses después», han afeado, subrayando que aún no se ha llevado a cabo una investigación «imparcial e independiente» sobre el suceso, igual que tampoco se han adoptado medidas de rehabilitación para los menores.
«Debido a estos incidentes, muchos niños no han vuelto a clase y algunos colegios han cerrado por el miedo a que vuelva a ocurrir», han criticado los relatores, que han puesto el foco en que estas circunstancias pueden significar el «final» de la educación para los niños.
Los secuestros de niños en Nigeria no representan casos aislados. El viernes pasado fueron secuestradas casi 300 estudiantes en una escuela de la localidad de Jagebe. Las autoridades del estado nigeriano de Zamfara anunciaron el martes su liberación.
El incidente en Zamfara tuvo lugar una semana después de que 42 personas –27 alumnos y 15 miembros del personal y sus familiares– fueran raptados en un ataque contra una escuela en el estado nigeriano de Níger (oeste) y tres meses después del secuestro de cientos de alumnos de una escuela en el estado de Katsina (norte). Las víctimas en ambos asaltos fueron posteriormente liberadas.
Estos sucesos han traído a la memoria el rapto en abril de 2014 a 276 niñas de un colegio de Chibok, en el estado de Borno, de las que 112 todavía permanecen en paradero desconocido y 164 fueron liberadas. El secuestro provocó una ola de condenas, no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional y generó un movimiento, #BringBackOurGirls, que se mantiene a día de hoy y que apoya a las familias de las víctimas.
TRABAJOS FORZADOS Y ESCLAVITUD SEXUAL
En este sentido, los relatores de la ONU se han declarado «alarmados» sobre las informaciones que apuntan a que un número indeterminado de mujeres y niñas han sido secuestradas en los últimos años en Nigeria, lo que les ha conducido a la servidumbre doméstica, los trabajos fozados, la esclavitud sexual, matrimonios forzados y embarazos forzados y no deseados.
En este punto han reiterado su «preocupación» por la integridad física y psicológica de las secuestradas que también se enfrentan a un riesgo más elevado de explotación, tráfico y violencia de género, entre otras formas de violencia.
Por ello, han recordado que el Gobierno nigeriano tiene «obligaciones legales» de proteger su derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad, además de la obligación de adoptar medidas y políticas «efectivas» para evitar que sean explotadas. «Urgimos al Gobierno a adoptar medidas preventivas efectivas para evitar que estos actos vuelvan a ocurrir», han insistido.