Reino Unido reiniciará la venta de armas a Arabia Saudí pese a las preocupaciones por su uso en la guerra
El Gobierno de Reino Unido reiniciará la venta de armamento a Arabia Saudí a pesar de las preocupaciones sobre su posible uso en la guerra en Yemen y poco más de un año después de que un tribunal británico instara al Ejecutivo revisar sus contratos armamentísticos con Riad.
La secretaria para Comercio Internacional, Liz Truss, ha sostenido ante el Parlamento que la revisión gubernamental apunta a que «no hay un riesgo claro de que la exportación de armas y equipamiento militar a Arabia Saudí pueda ser usada para cometer violaciones graves del Derecho Humanitario».
Así, ha manifestado que «el Gobierno empezará ahora el proceso de analizar el trabajo atrasado de solicitudes de licencia para Arabia Saudí y sus socios de la coalición que se ha acumulado desde el 20 de junio del año pasado», en referencia a la fecha del fallo del Tribunal de Apelaciones de Londres sobre este asunto.
«Cada solicitud será, por supuesto, analizada cuidadosamente y en línea con los Criterios Consolidados de Exportación de Armas Nacionales y de la UE», ha dicho Truss, quien ha agregado que «no se concederán licencias si se violaran estos criterios».
El tribunal dictaminó en su fallo que el Gobierno británico no llegó a ninguna conclusión clara –«ni hizo ningún intento»– para determinar si la coalición que lidera Arabia Saudí en Yemen «había cometido violaciones del Derecho Internacional Humanitario».
Por este motivo, instó a las autoridades a «reconsiderar» su postura y examinar futuros riesgos y, si bien los jueces no reclamaron la suspensión inmediata de los acuerdos, el Ejecutivo británico, entonces encabezado por Theresa May, procedió a aplazar la venta de armamento.
Las palabras de Truss han llegado además menos de un mes después de que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, anuncira la retirada de la coalición de la lista negra de partes que violan los derechos de los niños citando «un descenso significativo y sostenido» de las víctimas causadas por sus operaciones en Yemen.
Según los datos facilitados por Guterres, las operaciones de la coalición en Yemen mataron o mutilaron a 222 niños en Yemen en 2019, si bien apuntó a un descenso de estas cifras desde la firma del citado acuerdo en el mes de marzo de 2019. Diversas ONG criticaron la decisión de la ONU.
Por su parte, la coalición anunció el 1 de julio el inicio de nuevas operaciones militares contra los huthis en Yemen, horas después de que los rebeldes denunciaran varios bombardeos contra la capital del país, Saná, y la provincia de Saada (noroeste).
La coalición encabezada por Riad apoya a las fuerzas del presidente Abdo Rabbu Mansur Hadi –reconocido internacionalmente– frente a los huthis, apoyados por Irán, y que controlan Saná y otras zonas del país.
El conflicto ha provocado la que es considerada como la mayor catástrofe humanitaria del planeta, una en la que han muerto más de 100.000 personas y que ha llevado al país más pobre del mundo árabe al borde de la hambruna.