Reino Unido podría cubrir de manera autosuficiente la mitad de sus necesidades de petróleo y gas para 2050
Reino Unido dispone de la capacidad de producción a nivel doméstico para cubrir de forma autosuficiente la mitad de las necesidades de petróleo y gas estimadas para 2050, cifradas en una horquilla de entre 13.000 y 15.000 millones de barriles de hidrocarburos por el Comité Independiente de Cambio Climático.
Según el informe anual del Offshore Energies UK (OEUK), con las condiciones comerciales adecuadas, la mitad de las necesidades de petróleo y gas previstas para 2050 «podrían producirse localmente», lo que aportaría hasta 150.000 millones de libras (179.255 millones de euros) a la economía británica y garantizaría la seguridad energética, el empleo y la reducción de las emisiones de carbono, junto con una aceleración de las energías renovables.
Este lobby de la industria energética offshore del Reino Unido, estima que Reino Unido está en vías de producir 4.000 millones de barriles de hidrocarburos, pero concluye que, «con las políticas adecuadas para incentivar la inversión de las empresas», se podrían producir otros 3.000 millones de barriles localmente para satisfacer la mitad de las necesidades del Reino Unido, en lugar de aumentar su dependencia de las importaciones.
En ese sentido, ante la incertidumbre del panorama geopolítico, advierte de que la producción total de energía del Reino Unido alcanzó un mínimo histórico el año pasado, cuando el país importó más del 40% de sus necesidades energéticas del extranjero.
Asimismo, el documento del lobby de la industria energética offshore del Reino Unido apunta que para 2050, cuando la demanda de electricidad del Reino Unido se haya más que duplicado, el petróleo y el gas seguirán representando una quinta parte de las necesidades energéticas del país.
«Reino Unido debe aprovechar al máximo su propio petróleo y gas, o bien optar por aumentar su dependencia de las importaciones», ha señalado David Whitehouse, consejero delegado de OEUK, para quien la seguridad energética «es seguridad nacional» en un mundo cada vez más volátil en el que la creciente brecha entre la energía producida y la importada «es crucial».
«Acelerar la energía eólica marina, la captura de carbono y el hidrógeno, junto con el petróleo y el gas de producción nacional, genera impuestos, fomenta el empleo y protege las cadenas de suministro que necesitamos para construir nuestro futuro energético», ha apostillado.